Mañana con el pregón arranca oficialmente la fiesta grande de Navalmoral, los Carnavales. Una fecha esperada por todos los que año tras año cuenta los días para enfundarse de nuevo en el disfraz. Durante meses los componentes de las peñas de comparsas y carrozas han confeccionado sus trajes, los murgueros y chirigoteros han compuesto sus letrillas más sarcásticas y los participantes del concurso de drag-queen han ensayado con sus plumas y plataformas con un sólo objetivo: divertir a moralos y visitantes y hacer que durante cinco días las calles se llenen de diversión y colorido.Hasta estos momentos, todo ha estado envuelto por el misterio. Cada moralo ha guardado con cautela los detalles de su disfraz y, todavía, el que más y el que menos se encuentra dando la última puntada, pegando la última lentejuela, la última pluma para que nada falle, para que un año más se siga viviendo el Carnaval con la misma intensidad, aunque la fiesta haya cambiado. Antonio Ortiz, carnavalero de "pro" y miembro de la desaparecida peña La Amapola, hará que más de uno se marche a casa pensando que "cualquier tiempo pasado fue mejor", ¿o no?