El príncipe Alberto de Mónaco alcanzó el sábado el polo Norte, plantó las banderas del principado y del COI --al que pertenece-- y culminó así cuatro días de expedición en trineos tirados por perros desde la base rusa de Barneo --a unos 100 kilómetros--, según comunicó el palacio monegasco. El objetivo de la aventura del príncipe --el primer jefe de Estado que logra esa proeza--, acompañado por siete personas, era "llamar la atención" sobre las consecuencias del calentamiento del planeta y homenajear a su tatarabuelo y "padre de la oceanografía moderna", Alberto I, que a comienzos del siglo pasado hizo cuatro campañas de exploración al Spitzberg. El monarca de Mónaco aseguró sentirse "feliz de haber alcanzado el objetivo" fijado y de haber llegado, con todo su equipo, "sano y salvo".