Faltan pocos minutos para la medianoche del sábado y Xoel López, líder indiscutible del grupo Deluxe, apura un pitillo mientras conversa con sus músicos. Está a punto de comenzar el concierto más multitudinario de Contempopránea 2008, el festival de la escena indie, que cerró en Alburquerque su decimotercera edición con las primeras luces del domingo. Un año más, esta localidad pacense con cerca de 6.000 vecinos ha vuelto a reunir a otros tantos espectadores en dos jornadas con lo mejor del escaparate de la música independiente nacional, con la novedad en esta edición de la representación escocesa a cargo de Emma Pollock, Teenage Fanclub y Camera Obscura.

Si Facto Delafé y las Flores Azules maravilló al atardecer del sábado con un espectáculo original y canciones llenas de optimismo y sensibilidad, lo que vino después no fue para menos. Deluxe, pletórico, demostró que es uno de los valores seguros y en mejor forma del pop independiente. La fuerza de Xoel, arropado por una banda de excelentes músicos, hizo vibrar a un público entregado desde el inicio, que no se cansó de corear las canciones del cantante coruñés.

Una improvisada jam session sirvió como guinda a un excelente concierto que pone a Xoel y los suyos entre los grandes triunfadores de esta edición, junto al grupo catalán Facto Delafé y las Flores Azules y los granadinos Lori Meyers, los mejores en el estreno del viernes. La calidad que demostraron las tres bandas, junto a la fenomenal acogida del público, hace difícil elegir al ganador de Contempopránea 2008.

Para los más jóvenes

A las dos de la madrugada llegó Guille, el hombre orquesta de La Casa Azul, que reunió a la nueva cantera del indie nacional al ritmo de La revolución sexual , su canción más conocida y con la que aspiró a ser el representante español en Eurovisión este año. Supo utilizar bien los recursos audiovisuales en el escenario con una fila de pantallas en la que fueron apareciendo colores luminosos, juegos e imágenes que hicieron atractivo y dinámico el concierto.

Para la traca final esperaban Germán Coppini y Maga. El tributo a Golpes Bajos, que los grupos apenas han cumplido en esta edición, sirvió para recordar en la voz de su veterano líder himnos generacionales de la movida como Malos tiempos para la lírica o No mires a los ojos de la gente . Fue otro de los grandes momentos del cierre del festival, que sirvió para ver que los años han pasado por Coppini, pero no su capacidad crítica. La frase lapidaria con la que terminó su concierto, pidiendo al público que dedicara parte de su tiempo a la lectura, lo dijo todo.

El remate a cargo de Tachenko y Lagartija Nick, que acabó pasadas las seis de la mañana, sirvió para que la tropa popera se fuese a dormir con buen sabor de boca tras un festival que ha cumplido con creces el objetivo de reunir a lo más destacado de la escena indie. El listón está más alto para el 2009.