Tras dos años de retiro personal en el que ha sido madre, la cantante natural de Coria del Río (Sevilla) ha regresado a los escenarios con una gira de conciertos que la está llevando a recorrer los principales escenarios con La calma, su último trabajo discográfico en el que vuelve a demostrar que por algo es considerada una de las mejores voces femeninas del panorama nacional. En el marco del Stone&Music Festival, la sevillana actuará el 31 de agosto sobre la arena del Teatro Romano de Mérida, que visitó hace un par de semanas para conocerlo de primera mano y relató para este diario sus impresiones durante una charla en el monumento.

-Ante sus ojos el Teatro Romano de Mérida, ¿qué le parece?

-No había venido nunca al teatro romano y tengo delito teniéndolo tan cerca. He sido estudiante de Historia del Arte y no venir a ver esta maravilla... Pero bueno, ahora que voy a cantar aquí me ha impactado muchísimo más. La verdad es que cuando lo he visto se me han puesto los pelos de punta porque estos sitios tienen mucha magia. Con lo que hay, y con los músicos, no hace falta más escenografía ni nada. Cuando empezamos a ver qué gira íbamos a hacer dije que quería sitios puntuales, no 40 conciertos del tirón. Uno de mis sueños era cantar en el teatro romano y menos mal que ha podido ser. Personalmente es un sitio al que tenía muchas ganas de llegar y más que sea en esta gira que está siendo tan especial, pues es el momento de valorarlo y disfrutarlo más que nunca. Sé que el concierto va a ser muy especial en el teatro. Será un concierto muy ecléctico, con muchos colores, y creo que a la gente se le hará bastante ameno.

-Tras dos años alejada de los escenarios, ¿qué tal la vuelta?

-La verdad es que la vuelta ha sido súper bonita y emocionante porque en cada ciudad y en cada concierto está esa gente que incluso lo ha pasado mal conmigo cuando yo dije que me iba y se han alegrado conmigo en la vuelta. Me he sentido súper arropada y súper querida. Sé que el público está ahí dándome mucho calor y para mí es super emocionante. Al final cada concierto es inolvidable.

-Empezó cantando copla siendo apenas una niña, ¿cómo ha evolucionado en su faceta musical?

-Si a lo mejor hubiera nacido en los 40 hubiera hecho solo copla, pero siempre he tenido muchas inquietudes musicales. Crecí en mi casa escuchando copla y lo primero que hice fue cantar copla, pero ya desde los 12 o 13 años empecé a escuchar otro tipo de música. Siempre he sido de escuchar grandes voces como las de Barbra Streisand, Céline Dion o Whitney Houston y eso me empezó a inquietar musicalmente. Para mí siempre ha sido muy difícil encontrar mi sonido y mi identidad como artista. Llevo muchos discos mezclando estilos y, aunque son discos pop, la copla siempre esta ahí. En algún momento de mi carrera seguramente haré un disco íntegro de copla, pero todavía no ha llegado ese momento. En cada disco siempre hay un pasito adelante con respecto al anterior

-Sobre su último disco, ¿por qué lo ha titulado ‘La calma’?

-La calma se convirtió en mi palabra clave durante los años de retiro. Por primera vez en mi vida yo sentí esa tranquilidad, esa calma y esa paz interior que a veces es muy difícil de conseguir. También todo fue de manera gradual para que se diera así, porque te quedas embarazada y se para todo, al final estás mucho contigo mismo. Por primera vez sentí eso... como que mi lema es que no me abandone esa calma, porque cuando todo se vuelve desordenado y caótico empiezan los problemas. La calma era mi palabra clave y la sigue siendo.

-¿Qué tiene este álbum?

-Hay historias de amor y desamor, como tiene que ser, pero también con mucho mensaje. En casi todas las canciones hay muchas frases clave, ya que me las han escrito autores que me conocen y saben por lo que he pasado. Son mensajes de energía y de superación porque yo me lo llevo a mi terreno, pero al final las canciones son para que la gente se las lleve al suyo y se identifiquen con lo que nos pasa en el día a día. Al final es un disco muy enérgico y positivo. No quería que fuera triste porque si yo volvía era porque estaba sintiendo lo contrario.

-¿Cómo ha logrado mantenerse en la industria de la música después de tantos años?

-Es complicado porque al final son muchos años. Creo que el secreto responde a la constancia y a la perseverancia, aunque seguir teniendo inquietudes es muy importante, no puedes pensar que hagas lo que hagas tu público te va a seguir. Semanalmente sigo dando clases de canto porque me gusta perfeccionar mi técnica y seguir teniendo inquietudes artísticas. Ya no hay un sitio seguro y hay que ganárselo día a día.

-Sea sincera, ¿qué siente cuando le dicen que es una de las mejores voces femeninas del país?

-Para mí es algo muy fuerte. Que me tengan como una de las voces del país es todo un piropazo y una gran responsabilidad.