A diferencia del personaje que interpreta en Fugadas , una mujer que escapa en autoestop, María Galiana tomará esta mañana el autobús de Sevilla a Mérida. Ya no acompaña a sus alumnos de Historia del Arte a ver el teatro romano y mostrarles, entre otras maravillas, la sonoridad que tiene. Ahora ejerce de jubilada de la enseñanza, pero sigue trabajando como actriz. Berta Ojea, sin embargo, se mantiene en la brecha. Se duplica y salta del escenario a la política (con un cargo en el PSOE de Madrid) y de la política al cine. Oyéndolas hablar parecen como sus personajes: expansiva Galiana, más reservada Ojea.

En la obra que protagonizan hoy en la sala Trajano de Mérida, María Galiana se desmelena: hace de okupa, ordeña vacas, cena en un cementerio y pasa la noche en un cuartel de la policía. Su compañera de aventuras, una ama de casa apocada, se ve arrastrada en esta aventura cómica, con estética de cómic, dirigida por Tamzin Townsend.

ESTRENO EN PARIS El montaje original, escrito por Pierre Palmade y Christophe Duthuron, se estrenó en el Teatro Variétés de París el 21 septiembre de 2007.

Sus autores la han definido como "la primera road-comedia, como una road-movie, pero en teatro". En ella, dos mujeres se conocen en una carretera nacional mientras hacen autoestop. Ojea es una mujer que ha vivido para los demás: "su madre, su marido, sus hijos. Y ya no puede más". Así que huye y durante su huida, se encuentra con el personaje de María Galiana, que "vivió siempre libre, pero que en su vejez ha sido recluida en una residencia por su hijo".

De ese encuentro surge una amistad, que pasa por momentos absurdos y divertidos. "También terribles para esta mujer, que de repente se pierde en un bosque y no sabe cómo salir", señala Ojea.

"La vieja --cuenta Galiana-- le abre los ojos a su compañera, y esta aprende que, en su soledad, se ha perdido la amistad, el consuelo".

A Fugadas , Berta Ojea se incor-