--Su nuevo álbum se llama Otra cosa pero suena a la Julieta de siempre.

--Me gusta reflejar mi presente en los discos. Otra cosa, que también es una de las canciones, refleja un momento, algo que sentía. Pero el presente es cambio constante, ya es otra cosa porque otra cosa vino después.

--¿Lo dice por su embarazo?

--Sí. Es como si alguien del más allá hubiera pensado: "¿Quieres otra cosa?" Pues toma. Fue algo totalmente inesperado. Y, claro, este año concentraré los conciertos en México y EEUU. El último será el 27 de mayo, ya que junio ya no podré viajar. La gira española será seguramente en febrero del año próximo.

¿Cómo surgió el disco?

--Lo trabajé mucho porque me gusta sentarme y escribir sin parar. Tras una gira enseguida me pongo a componer porque temo no acordarme. Empecé a grabar en casa yo misma con todos los instrumentos que me apetecía, mezclando de forma superlibre el sonido más orgánico con el electrónico, combinando sintetizadores y caja de ritmos con maderas y percusiones. He aplicado lo aprendido en el Unplugged .

--Lo ha coproducido con Cachorro López, con quien hizo Limón y sal.

--No sabía si iba a repetir con él pero, llegado el momento de escoger las canciones, quise contar con su punto de vista, que es muy objetivo. Con él hay un rebote constante de ideas. Y al trabajar en Argentina aproveché para hacer algo con dos buenos amigos: Ale Sergi, con quien hicimos Bien o mal , y Adrián Dárgelos, de quien me gusta su pop friki, que colaboró en Debajo de mi lengua .

--En Bien o mal tiene un videoclip curioso. Al principio dice algo como que las chicas raras también se casan. ¿De qué va la canción?

--De apostar. En la vida hay que hacer apuestas aunque a veces después te entra miedo. El vídeo que acompaña esta canción es un juego visual que me propuso Agustín Alberdi. Es una bizarrez extraña, femenina y rara, llena de mujeres y flores. Me encantó esa idea.

--Fue una niña un tanto especial, más bien rara. ¿Ha contribuido la música a adaptarse al mundo?

--De alguna manera, sí. Mi dedicación a la música surge de la necesidad de expresarme y de mi perseverancia. Yo me esforcé para seguir mi propio camino. Mi familia no quería que me dedicara a la música y me peleé con ellos. Yo sabía que no era un capricho, por eso mi decisión de ir a México DF e independizarme fue tan importante. Considero que poder expresarte a través de la música es un bonus que te da la vida.

--¿Cuanto hay de verdad en sus letras? ¿Ha brindado alguna vez con su pareja tras romper como sugiere en Despedida ?

--En las canciones sale mi personalidad y cómo me gustaría reaccionar en ciertas situaciones. Es más lindo si terminas una relación de años reconociendo que esa persona ha sido parte de tu vida... No soy dramática, ni creo en finales de telenovela. Aunque algo termine hay que hacerlo bien, o eso me gustaría porque nunca he brindado ante un final. Me costaría. Soy una persona más escéptica que positiva, me gusta ver las cosas con humor y mirar siempre hacia adelante.

--¿Contempla cantar en inglés?

--Para nada, y eso que soy bilingüe y me encanta la música escrita y cantada en ese idioma. Pero no me veo expresándome con ese idioma en mis canciones porque necesito el mío. No es un tema de identidad. Lo siento ajeno por más que me guste. Emocionalmente no me veo reflejada en él. Yo escribo como siento, no soy nada cerebral.