Con un Calderón trágico, visto desde el punto de vista del sicoanálisis, concluye hoy el Festival de Teatro Clásico de Cáceres. La compañía andaluza Camara Negra presenta La devoción de la cruz , en torno a un hombre abandonado de niño al que persigue la sombra de su pasado. Indagar en los motivos que dirigen su conducta delincuente como asesino, ladrón y violador, es el núcleo de la apuesta de Carlos Alvarez Ossorio, director esta versión que se representa en la plaza de San Jorge a las 23.00. La pieza gira en torno a una enorme cruz, principal elemento escenográfico, junto a un vestuario de reminiscencias orientales. De esta manera la obra traslada al espectador a un tiempo sin fechas, en que discurre el proceso de descubrimiento de sí mismo del personaje principal.