A la compañía Sony BMG le saldrán caros sus cohechos en las emisoras de radio. Tras la investigación del fiscal general del Estado de Nueva York, Eliot Spitzer, la compañía tendrá que pagar 10 millones de dólares y abandonar una práctica prohibida en Estados Unidos desde 1960: pagar a las emisoras para que radien canciones de sus artistas. Así lo anunció el lunes Spitzer, que también solicitó documentos a Universal, EMI y Warner.

"Nuestra investigación demuestra que las canciones no siempre siguen los criterios de méritos artísticos y popularidad, como esperan los oyentes, sino que a veces suenan previo pago a las radios y sus empleados. Esto servirá de ejemplo para acabar con los sobornos en la industria", señaló el fiscal, estrella en alza del Partido Demócrata.

Tras el pacto, Sony BMG (resultado de la fusión de varias compañías) ha prometido nombrar un nuevo cargo para controlar sus prácticas de promoción y a hacer pública una nota reconociendo su "conducta impropia" y prometiendo un comportamiento ético en el futuro.

La compañía dejará de utilizar estas peculiares estratagemas para que sus músicos suenen más en las ondas. Una prácticas promocionales que incluían pagar vacaciones y material electrónico a los programadores de radio, hacerse cargo de los premios de los concursos, costear operaciones de las cadenas y contratar a supuestos promotores independientes que servían de intermediarios en los pagos.

Spitzer explicó que los altos ejecutivos de la discográfica estaban al tanto de los cohechos, y que los ocultaban bajo nombres ficticios de oyentes que, supuestamente, habían ganado un concurso radiofónico.

"¿Qué tengo que hacer para que Audioslave suene esta semana? Puedo hacer realidad cualquiera de tus sueños". Este es uno de los mensajes que uno de los locutores investigados recibió desde el sello Epic. En otro caso, un promotor se quejó de que la canción de Celine Dion I drove all night se pinchaba en algunas radios a una hora demasiado tardía. Y amenazó con suspender un viaje a un concierto de la canadiense en Las Vegas si eso no se corregía.