La segunda velada del Festival de Teatro Clásico de Cáceres volvió ayer a transmitir el encanto del arte entre piedras centenarias. Los patios y jardines del Palacio de Carvajal, una bella construcción del siglo XV, acogieron dos espectáculos de baile y canto. El primero, un interesante concierto bajo el título Una noche barroca, a cargo del tenor Alonso Torres y la pianista M del Castillo Ventosa, que regalaron al público asistente --el patio de sillas se completó y hubo personas de pie-- obras sobresalientes de la lírica tanto española como italiana. El segundo, una coreografía de la Escuela de Danza de la Diputación de Cáceres con 35 bailarines sumergidos en un bosque mágico de música e imágenes.El cacereño Alonso Torres ya es un viejo conocido del festival. Aporta interesantes paseos musicales a través de los siglos que recrean la dramaturgia clásica. El año pasado ofreció incluso el concierto inaugural del XX aniversario. Ayer tampoco defraudó. Acompañado al piano por su propia madre, María del Castillo Ventosa, ambos completaron un amplio repertorio de anónimos de los siglos XV, XVI, XVII y XVIII, que trasladó al público al folclore popular de cada época. Ya en la segunda parte escogieron una selección de piezas del barroco, extraídas de óperas italianas, con autores como Giordani, Scarlatti o Gluck. El dúo demostró por qué forma ya parte de la sección con más peso del festival, La escena clásica, en la que se incluyen los mejores espectáculos de cada edición.Por cierto que la música en el teatro del barroco centrará el encuentro entre académicos y profesionales, que llega a su tercer año en el marco del Festival de Teatro. Tendrá lugar del 23 al 25 de junio en el Palacio de la Generala, integrado en los Cursos Internacionales de Verano de la Uex.MAGIA EN LA HISTORIA Poco antes del concierto se desarrolló un nuevo espectáculo de la sección Paseando entre clásicos, formada por montajes complementarios (leyendas itinerantes, guiñoles, creaciones colectivas...) que se representan en distintos puntos de la Ciudad Monumental, con acceso libre. Los numerosos componentes de la Escuela de Danza de Cáceres, bajo la dirección de Sagrario Ruiz Piñero, interpretaron ¿Sueño? ¿Noche? ¿Verano?, basado en un romance anónimo del siglo XVII en el que se inspiró William Shakespeare para crear su gran clásico de la literatura teatral mundial: Sueño de una noche de Verano.Las escenas musicales de Purcell y la tradición del teatro inglés del siglo XVII se mezclaron con la danza para deparar unos bailarines transformados en personajes de la naturaleza embrujados, y a ello contribuyó el jardín del Palacio de Carvajal con su magia de seis siglos. El festival levantó el telón el pasado sábado y aún reserva quince obras principales además de numerosas propuestas paralelas, que se desarrollarán en varios enclaves hasta el día 27.