La Capilla Real de Madrid ofreció, a las más de 300 personas que se acercaron a la alcazaba de Mérida, un espectáculo de ópera delicioso dentro del Festival de Teatro Clásico. Y lo hizo a pesar del viento y del intenso frío --algo menos de 20 grados-- que marcaron su estreno y que provocó numerosos problemas al público y, sobre todo, a los artistas. Tanto que, según explicaba la violinista Lina Tur, "los instrumentos se volvieron locos".

Pero si la noche veraniega de Mérida se transformó en otoñal como por arte de magia, la música y las voces formaron una combinación perfecta que cautivó a un público entregado. Durante una hora y media el equipo dirigido por Oscar Gershensohn desplegó toda su fuerza interpretativa para poner en escena lo que fue todo un homenaje a Claudio Monteverdi. En su ópera Banquete de Orfeo la CapillA apostó por una puesta en escena sencilla, clara y directa, alejada de artificios. De hecho, hasta los equipos de amplificación de sonido se redujeron al mínimo.

DESTACA LA SOPRANO A todo ello se sumó el toque especial aportado por el uso de instrumentos antiguos y la indudable calidad interpretativa de músicos y cantantes. Y si todos brillaron, por encima del resto destacó la soprano Inmaculada Férez, que arrancó los mayores aplausos de la noche.

El estreno de El banquete de Orfeo fue también la primera vez de la alcazaba como sede de una ópera. En ese estreno escénico varias cosas quedaron claras. La primera, que es un punto excesivamente sensible al ruido exterior y a las condiciones meteorológicas. La segunda, que al no iluminarse el monumento e incluso taparse para los espectáculos es como cualquier otro escenario al aire libre.

Al acabar, Gershensohn se mostró muy satisfecho por el resultado final en unas condiciones adversas, y resaltó el apoyo del público, que "fue lo mejor". En esta misma línea se pronunció la violinista Lina Tur, que explicó que la interpretación fue especialmente difícil porque se unieron el frío, la sequedad y la humedad, con lo que "los instrumentos, que además son antiguos, se volvieron locos". "Pero gracias al público hemos disfrutado mucho", añadió.