Pornografía, política, moral: un camino de perversión por el que transita el personaje de Eugenie a manos de Madame Lula y Dolmancé en XXX , el último montaje de La Fura dels Baus, que se representa en el Auditorio de Cáceres entre hoy y el sábado a las 21.00 horas.

Los cuatro intérpretes de esta obra que paradójicamente en un periodo de gobierno del PP no ha tenido censura alguna y sin embargo en dos de las salidas al extranjero (a Inglaterra y a Australia) fue censurada, hablaron ayer en Cáceres de un montaje decididamente provocador, como todos los de la compañía que sorprendió a principios de los años 80 con espectáculos rompedores, insólitos en el panorama teatral y que consolidaron durante esa época un lenguaje propio que lo identifica.

XXX se basa en La filosofía del tocador que el marques de Sade, escribió en 1795. En ella, según la compañía, sacó a la luz las inclinaciones más ocultas (sexuales) del subsconsciente liberándolas de toda atadura moral.

La concepción escenográfica de la obra mantiene las claves del grupo: el uso de la tecnología, la música, el vídeo, el texto en un todo que la compañía denomina teatro digital.

RELACIONES INCESTUOSAS Ambientada en la actualidad, el personaje de Madam Lula, una estrella retirada de la pornografía, pervierte a Eugenie es una joven inocente, junto a Dolmancé, un ser egoísta, narcisista, cruel e ingenioso, y Giovanni, hermano de Madame, que mantiene con ésta relaciones incestuosas.

Los encuentros con la censura fueron sonados en Australia, donde las escenas de sexo explícito rodadas en vídeo y proyectadas en un pantalla salieron pixeladas. Para su rodaje emplearon a actores que trabajan en el cine pornográfico. En directo el sexo es simulado, aunque la impresión sea la contraria, según explicaron ayer. En Cáceres, como en casi todas las 300 funciones que han ofrecido, la función se verá completa.

Ser intérprete de La Fura requiere unas condiciones especiales, explicó ayer Jorge Flores, el veterano del cuarteto que interpreta XXX , y que lleva desde 1997 en el grupo. "Hay que vivir intensamente el rollo Fura y tal vez no todos estén dispuestos".

Teresa Vallejo, que procede de la danza y el teatro clásico, ingresó en el grupo tras un casting para este montaje. "Cuando uno se mete en este mundo o lo acepta entero o no lo acepta". Finalmente, los intérpretes comentaron la manera en que el público acoge una obra de este tipo. Algunos se van del teatro. Otros participan, cuando los actores bajan del escenario. "Al empezar cada función, no sabes lo que va a ocurrir", dice Vallejo.