Y ahora, las fotos. Las imágenes de Mel Gibson abrazado a sus fans, cerveza en mano, en el restaurante Moonshadows de Malibú horas antes de ser arrestado. Las ha publicado la revista In Touch, que cuenta cómo el director de La pasión de Cristo bebió vino en la cena y habló con varios clientes en la terraza. Uno de ellos, Todd Hausberger, asegura que "tenía los ojos inyectados en sangre y arrastraba las palabras. Creo que había bebido mucho, y desde luego no debía conducir".

Su amiga Kimberly Lesak dice que cuando se acercó a Gibson para preguntarle si era realmente el actor solo bebía "una de esas carísimas botellas de agua". ¿Agua? Será que esta chica de Kentucky se deslumbró ante la estrella. "Fue divertido charlar con alguien tan amable y abierto. Incluso quisimos invitarlo a una copa y se negó. No quería alcohol. Estaba muy jovial". Tanto, que se fotografió con todos. "A las dos de la mañana, cuando el restaurante cerró, nos ofrecimos a llevarlo pero se negó diciendo que vivía en esa misma calle", recuerda.

Gibson se puso al volante. Media hora después, un policía lo arrestó por exceso de velocidad y lo llevó a comisaría por conducir ebrio. Ahí empezó su escalada de insultos antisemitas y su violenta actitud, detallados en un informe de ocho páginas que el agente cambió por orden de sus superiores.

"Me sorprendió mucho su comportamiento con el policía porque en el restaurante fue tan dulce como una tarta de manzana", confiesa la fan. Gibson ya se ha disculpado con la comunidad judía y hasta quiere reunirse con sus líderes para que le ayuden a "encontrar el camino apropiado" en su rehabilitación.

"Por fin una disculpa. Nos congratula que reconozca que lo que dijo no solo fue ofensivo, sino intolerable. Cuando acabe su rehabilitación estaremos deseosos de encontrarnos con él para ayudarle a combatir su otra adicción, que es el prejuicio", ha declarado Abraham Foxman, director de la Liga Antidifamación.

También el rabino Marvin Hier se ha ofrecido a reunirse con Gibson, aunque advirtió: "Como el alcoholismo, el antisemitismo no se cura en un día y desde luego no a través de un comunicado de prensa". El escándalo ha llegado hasta la Casa Blanca. "El presidente Bush cree en el perdón de los pecados para quienes lo buscan", puntualizó el martes el secretario de prensa, Tony Snow.

Y aunque el agente de Gibson, Ed Limato, asegura que el actor no está preparado para aparecer en público, quiere dejar claro que "está profundamente avergonzado". Y lanza un mensaje a la competencia. "Los que intentan destrozar a Mel Gibson por este incidente son los mismos que lo llaman cada semana para intentar trabajar con él". Guerra abierta en los despachos de Hollywood.