Aunque últimamente no le hacen falta motivos para participar en todo tipo de fiestas, la que organizó el sábado sí tenía uno: Britney Spears cumplió 25 años y, para celebrarlo, organizó una cena con su correspondiente baile en un restaurante chino de Beverly Hills.

El champán y las langostas del Pacífico que se sirvieron no le robaron el protagonismo a la anfitriona que, una vez más, sorprendió con un vestido tan corto como sexi. Pero el atuendo no impidió que Spears bailara como si no fuera a hacerlo nunca más y, ajena a los descuidos, volvió a mostrar la ropa interior, que esta vez sí llevaba puesta.

Paris Hilton, compañera inseparable en la nueva etapa de desmadre de Spears junto con Nicole Ritchie y Lindsay Lohan --esta última, en Alcohólicos Anónimos desde el pasado fin de semana--, estuvo en la fiesta con su hermana Nicky. Fergie, la cantante de Black Eyed Peas, y el actor Chris Rock tampoco quisieron perderse el 25º aniversario.

EXMARIDOS DESPECHADOS La nueva imagen de Spears no ha gustado a su exmarido, Kevin Federline que, entre otras perlas, afirmó que la cantante es bisexual. Y ahora, en plena tormenta, otro ex se ha sumado a las críticas para ver si consigue sacarse unos ahorrillos. Jason Alexander, exmarido fugaz de Spears --estuvieron casados 55 horas en enero del 2004--, anunció la semana pasada su intención de escribir un libro sobre los gustos sexuales de la cantante y ha afirmado, como Federline (la unión hace la fuerza), que a Spears le gustan por igual los hombres y las mujeres. "Britney sabe que algunas partes le van a molestar. Hablo de cómo es hacer sexo con ella", dijo. No es la primera vez que Alexander, amigo de infancia de Spears, hace negocio con su relación. Recientemente, ha escrito otro libro sobre su niñez en Luisiana.