El escritor gallego Suso de Toro se ha puesto en la piel de un verdugo de la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial en la novela Hombre sin nombre (Lumen) para desgranar la vida de este "héroe perverso" en su obra más "ambiciosa".

La historia parte del encuentro en la habitación de un hospital de Nano, un hombre apocado, y un anciano sin nombre, que rompe su silencio a través de sueños, vigilias y delirios para contar su terrible historia de maldad y cómo ha disfrutado del mal participando en múltiples fusilamientos, torturas y violaciones.

Hijo de una aldea gallega, el anciano fue soldado en Madrid, en Berlín y en Leningrado formando parte de la División Azul, médico durante una época y que escupe palabras de un criminal y que se jacta de sus pecados y no busca el perdón.

Suso de Toro aseguró ayer en Barcelona que no se trata de un libro "naturalista" sino "literario y excesivo" en el que se explican sucesos "muy fuertes" para lo que es necesario conseguir una "altura literaria". El escritor afirmó que la "gasolina" que ha utilizado en la elaboración de la novela es la situación de los años 30 en España.