Las calles del barrio gótico-judío de Alburquerque y las laderas del Castillo de Luna se llenarán entre hoy y el sábado de mendigos, mancebas, leprosos, saltimbanquis, trovadores, pícaros, ladronzuelos, mercaderes, artesanos, y demás gentes que poblaban las calles de la ciudad en el medievo.

El motivo es la celebración de la décimo sexta edición del Festival de Alburquerque, que este año, como ya se hizo el pasado, cuenta con un día más de festejos para descongestionar la programación del sábado y repartir el número de actos en tres días.

La celebración de este evento data de 1994 cuando los vecinos abrieron la villa para mostrar la belleza de un pasado marcado por la convivencia de las culturas árabe, judía y cristiana.

Como objetivos de esta celebración se encuentran el potenciar el desarrollo turístico de la zona aprovechando su variada riqueza patrimonial e histórica y fomentar los lazos sociales a través de esa participación popular.

El hilo conductor que unirá los actos será el enlace secreto entre Don Pedro I de Portugal y Doña Inés de Castro, protagonistas y víctimas inocentes de complejas y desafortunadas circunstancias.

La trágica historia de amor de los personajes sucede con la relación en concubinato entre ambos, ya que ponía en peligro la corona de Alfonso IV, padre de Don Pedro, puesto que tras Inés estaban sus hermanos, aliados de Castilla, a los que se sumaban los hijos naturales que tuvo la pareja, por lo que, en caso de regularizar la unión, la rama de los Castro se convertiría en heredera castellana de la corona portuguesa.

Para recibir a Don Pedro I, cobra gran importancia la ambientación teatral que no se reducirá exclusivamente a la villa sino que traspasará las murallas para contagiar del hechizo medieval a las calles más céntricas de la localidad, que serán engalanadas, y por las que circularán todo tipo de personajes.

Los vecinos comienzan hoy los festejos con mucha comida y vino; los dos días siguientes serán declarados fiesta en honor a los amantes y se llevarán a cabo diversas representaciones teatrales y musicales al estilo medieval.

El viernes por la tarde se producirá la llegada de Don Pedro a la villa en la que reside Doña Inés desde que fue exiliada por orden del rey de Portugal.

El amante se dirigirá, custodiado por su guardia y acompañado por nobles y damas de la corte portuguesa, en dirección al Castillo de Luna desde donde saldrá a recibirlo su amada. En la noche del sábado se podrá presenciar el espectáculo del torneo a pie y a caballo que los caballeros ofrecerán como regalo de bodas, una de las actividades de gran calado que se mantiene año tras año.