Ya están en casa tras 24 horas y media metidos en un autobús. La expedición del Club Deportivo Badajoz llegó a las diez y media de la mañana de ayer al estadio Nuevo Vivero tras pasarse más de un día en la carretera, desde las nueve del miércoles, atrapados por la nieve durante cinco horas. El equipo no pudo llegar a Lorca, en donde iba a disputar el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Federación, tras quedarse retenido su autobús en Puerto Lumbreras en la A-91, a unos 20 kilómetros de Lorca. Fue desde las siete de la tarde hasta las doce de la noche, momento en el que pudo emprender la marcha por Murcia y Albacete hasta Badajoz. El árbitro tuvo que suspender el partido en el Francisco Artés Carrasco sobre las nueve y cuarto de la noche, después de que esperara la comparecencia del rival durante media hora.

Lo importante es que todos llegaron sanos y salvos y con buen humor. La expedición que llegó a Badajoz estaba formada por nueve de los once jugadores convocados del primer equipo: Isi, Nico, Gallego, Álex Herrera, Parada, Marco Rosa, Adri, Joselu y Javi López, ya que Rodao y Pozo se bajaron unos kilómetros antes en Lobón, cinco del filial: Abraham, Nande, Pablo Iglesias, Liberal y Nando, junto al entrenador Agustín Izquierdo, uno de los técnicos del filial Miguel Espejo, el fisioterapeuta José Quintana y el utillero John Caldera.

Fueron recibidos por directivos del Badajoz y el director José Luis Rodríguez que les obsequiaron con chocolate con churros. Después cogieron sus vehículos particulares para descansar unas horas en sus casas aunque su intención era entrenar en ese momento. Lo hicieron poco después, a las cuatro y media de la tarde, centrados en el partido del domingo ante el Azuaga.

NO PASARON FRÍO / Tras bajarse del autobús, el centrocampista David Parada explicó que se encuentran bien. «Al principio nos lo tomamos de forma divertida pensando que llegaríamos al partido pero según llegaba la hora vimos que la cosa era más seria. Después de varias horas de espera pudimos salir. No pasamos frío porque el autobús llevaba bastante combustible, estaba encendido y estuvimos bien. El tiempo se hizo largo por estar dentro de un autobús pero nada que no se pueda con un buen descanso y otra vez a entrenar y pensar en el partido del domingo».

¿Qué hicieron en tantas horas? El capitán Álex Herrera desvela que «cada uno lo ha pasado como ha podido. Unos dormían, otros jugábamos a las cartas...Además yo llevaba en la tablet un juego de crucigramas y hemos estado casi todos jugando dos horas. También nos bajamos un rato del autobús y estuvimos pegándonos bolazos con la nieve».

El goleador Joselu Muñoz reconoce que «todo ha sido un poco agónico. Se ve que es una zona que no estaba adaptada a las nevadas, no pasaba la excavadora, los coches patinaban...En esas horas llamamos a la familia para tranquilizarlos porque ellos también lo pasan mal. Llegó el quitanieves pero pasaba muy rápido y dejaba más hielo. Se ve que estaba desbordado y hasta que no llegó la Guardia Civil a darnos paso porque con la alerta roja no se dejaba pasar a camiones y buses, no pudimos salir».

«UNA EXPERIENCIA MÁS» / También se habló de la posibilidad de salir en coche de allí. «Dijeron que iban a llamar a cinco taxis pero los coches que estaban detrás y veíamos, patinaban y se iban a los lados y casi chocan con el autobús. Estaban desbordados por todos lados y era muy complicada la situación», argumenta Joselu.

Parada expone que esta experiencia «sobre todo une, porque hablas con los chavales, el cuerpo técnico y lo llevas lo mejor que puedes. Queremos estirar las piernas y entrenar porque el domingo tenemos un partido muy importante y hay que sacar los tres puntos que es lo realmente importante para nosotros».

Álex Herrera añade que «es una experiencia más en el fútbol, al principio con incertidumbre porque no sabíamos qué iba a pasar con el partido que teníamos ganas de jugarlo pero después bastante bien, pasando un día juntos en autobús aunque no es cómodo y nos dimos fuerza para superarlo lo mejor posible».

Los mensajes de ánimo también les daban fuerzas. «La gente se ha volcado, tanto nuestra afición como la directiva del Lorca y agradecezco a todos que se preocuparan y nos animaran», comenta el capitán.

De regresar a Lorca, Herrera dice que «me imagino que sí. No sé cuál será la decisión de la Federación pero nosotros somos jugadores, el club es el que manda y haremos lo que nos digan. Si hay que ir a Lorca, iremos otra vez».

INTENTARON JUGAR / El técnico Agustín Izquierdo incide en que «nosotros queríamos jugar el partido porque son nueve horas de viaje entre Lorca y Badajoz y queríamos jugar sí o sí. Intentamos por todos los medios salir de allí y jugar. La directiva del Lorca se portó muy bien y quiero agradecerle en todo momento el trato que ha tenido con nosotros. Si teníamos que jugar a las doce de la noche se jugaba pero hay un protocolo, unas normas y el árbitro dijo que no se jugaba el partido. La verdad es que salimos muy tarde, sobre las doce y pico, el campo seguramente estaba helado y podía ser peligroso incluso para los jugadores. Se han unido una serie de circunstancias que han llevado al final a que el partido no se juegue».

Izquierdo explica que sólo pasaron fuera del autobús algo más de una hora con el almuerzo «y el resto dentro, pero afortunadamente tenemos un muy buen grupo de chicos que con las bromas han hecho las horas más amenas. Estamos bien y sólo hay que pensar en fútbol».

A Izquierdo nunca le había pasado algo así en su carrera deportiva como jugador y entrenador. «Llevo mucho tiempo y me han pasado muchas cosas pero siempre hay algo nuevo que me sucede. Jamás me había pasado esto y es una experiencia más».

De igual modo, asegura que «intentaremos recuperar a la gente cuanto antes para llegar al partido en Azuaga en las mejores condiciones posibles porque no quiero ningún tipo de excusas. Tenemos que ir a ganar este encuentro y no valen excusas con esto que nos ha sucedido».