Como aperitivo al encuentro, una cita muy especial por la mañana: la presentación oficial --aunque ya lleva dos años funcionando-- del Club del Entrenador Extremeño, una iniciativa federativa que, bajo la dirección de Jesús Luis Blanco y Mario Madejón, intenta impulsar el intercambio de ideas entre los técnicos a través de internet y de ocasionales reuniones, entre otras posibilidades.

Lo especial y prácticamente inédito fue ver juntos a buena parte de los entrenadores que han dirigido o dirigen a equipos regionales de la élite en los últimos años. De hecho, los socios de honor del club son Martín Fariñas --protagonista del ascenso a la ACB del Cáceres y de varias etapas del basket pacense--, Juan Antonio Dorado Segura --casi vitalicio técnico del Doncel-- y Manolo Flores, que dirigió al Cáceres en los momentos más brillantes de su historia en la élite.

No fueron los únicos rostros conocidos que convivieron y compartieron recuerdos y confidencias durante más de hora y media en el Palacio de la Isla, sede de la candidatura a la capitalidad cultural europea en el 2016. También estuvieron entrenadores en activo como Manuel Hurtado y su ayudante, Mario Segalás (Cáceres 2016); Ñete Bohigas y Quiquete Serrano (Plasencia); Sergio Lumua (Mérida); Fernando Méndez (Proffasa Badajoz) y Javier Argüelles (Iniexsa Cáceres), así como otros que se han tomado un respiro en los banquillos, como Eulogio Martín. Brilló además la habitual oratoria baloncestística de Moncho Monsalve, así como la presencia de Angel Palmi, la persona que mueve los hilos en el área deportiva de la Federación Española, cuyo presidente, José Luis Sáez, mandó un mensaje en vídeo.

Entrenar es emoción

Se escucharon frases muy interesantes. Para Jesús Luis Blanco, que será en breve reelegido como presidente de la federación autonómica, el club será "una herramienta fundamental para el progreso del baloncesto extremeño. Gracias a internet, su sede estará en el ordenador de cada uno de ellos". La iniciativa tiene ya 220 socios que no solo se circunscriben a Extremadura.

Los tres socios de honor, Fariñas, Dorado y Flores, se comprometieron a hacer lo máximo posible para transmitir su experiencia. El más distinto de todos fue Fariñas, que dio en la tecla de lo que supone ser entrenador: "la emoción es lo fundamental para entrenar. Yo hace tiempo que la perdí. Luego las cuatro cosas de la táctica son una tontería. Le pido a la federación que ahora que somos campeones del mundo no deje que clubs desaparezcan".

Mientras, Flores recordó que en Cáceres pasó sus "mejores años en un banquillo, donde más disfruté" y Dorado deseó al Club del Entrenador Extremeño "un camino largo y fructífero". Luego, por la noche, presenciaron el partido desde el palco, seguro que con un halo de nostalgia de sentarse en uno de los banquillos.