Hay quien en el Nissan Al-Qazeres Extremadura ya lo dice en plan jocoso: «para un año que necesitamos que haya un parón navideño, resulta que no aparece en el calendario». Las dos últimas abultadas derrotas ante el Gernika y el IDK Gipuzkoa --por un total de 65 puntos de diferencia-- no solo han dejado fuera de la Copa de la Reina, sino que han abierto una herida en el seno del club que, de momento, se está tratando más con hielo que con bisturí. No hay mucho margen para que se puedan tomar porque el próximo viernes el equipo vuelve a jugar en casa, en esta ocasión frente al Campus Promete (20.45 horas).

El entrenador cacereño, Jacinto Carbajal, apeló a mirar todo de un modo global, por encima de lo sucedido el pasado sábado ante el IDK Gipuzkoa (45-64). Las seis victorias acumuladas al final de la primera vuelta dejan muy cerca la permanencia y solo es una menos que la pasada temporada a estas alturas, argumentó. Sin embargo, él también coincidía en que las sensaciones fueron muy malas, sobre todo a nivel defensivo. «Hay que cambiar cositas», soltó.

En ello está preparando la visita del Promete, un equipo de la zona baja, pero que ha mejorado su plantilla y que, a la vista de cómo está el Al-Qazeres, supone una seria amenaza. En realidad, cualquier conjunto de la Liga Dia lo es si mengua el gran valor de las extremeñas durante esta campaña: la ingente aportación de las tres norteamericanas. Shayla Cooper, Alexis Jones y Joy Brown Adams se han hundido súbitamente en estos dos últimos encuentros, mientras que el resto de sus compañeras apenas han elevado sus modestos números de todo el curso.

ESPERANZAs eN QUEVEDO / Al menos parece haber existido una cierta anticipación a lo que suelen hacer los clubs cuando hay problemas: acudir al mercado para mejorar. Laura Quevedo ya llegó el viernes y jugó el sábado y ha sido, por encima del rendimiento que vaya a tener, uno de los grandes movimientos de la temporada en la competición. No es habitual que una internacional española se mueva ya iniciada esta, pero el Al-Qazeres estuvo atento a la insatisfacción que la joven alero arrastraba en el Perfumerías Avenida para hacerse con sus servicios. Por lo que se asegura, también ayudó para que aceptase la oferta la mayor proximidad geográfica de Cáceres con Sevilla: su pareja es Iván Cruz, el jugador del Betis Energía Plus.

El sábado no destacó (5 puntos), pero desde el primer día se demostró que tendrá un puesto muy importante en la rotación porque con solo un entrenamiento estuvo 23 minutos sobre la cancha jugando en tres posiciones distintas (escolta, alero e incluso ala-pívot).

Es precisamente la segunda unidad una de las principales preocupaciones. Las reservas Mariona Martín (-0,1 de valoración en 10 minutos), Elena Corrales (0,8 en 11) y Miriam Forasté (2,1 en 17) están resultando poco menos que intrascendentes. La propia Corrales protagonizó una de las escenas del partido ante el Gipuzkoa cuando, unos minutos después de terminado, lloraba desconsoladamente en las inmediaciones del banquillo local.

Mientras, las hermanas placentinas Silvia y María Romero apenas han saltado a la pista y en algunos partidos ni siquiera han sido convocadas para que puedan acudir con el filial, que es líder en la Primera Nacional manchego-extremeña.