La luz roja de alarma se encendió de nuevo dentro del equipo de baloncesto de Estados Unidos cuando al concluir el entrenamiento realizado en Las Vegas, su estrella, el alero LeBron James, tuvo que ser atendido con una torcedura de segundo grado en el tobillo derecho.

Aunque tanto los médicos como los entrenadores y cuidadores físicos dijeron que la lesión no era grave, la forma como cayó James sobre el pie del escolta Kevin Durant no gustó a nadie. El entrenador, Mike Krzyzewski, dijo que habrá que esperar a conocer más detalles médicos para hacer una valoración.