Alejandro Valverde, del equipo Illes Balears, completó otra formidable actuación, con una lección táctica y de fuerza, para hacer historia en la decana de las clásicas, la Lieja-Bastoña-Lieja, y convertirse en el primer español que sale victorioso de esta prueba creada en 1892.

Valverde, dos veces subcampeón del mundo, fue, como en la reciente Flecha Valona, el más rápido en una difícil llegada. En esta ocasión superó a los italianos Paolo Bettini, campeón olímpico y ganador aquí en 2000 y 2002, y Damiano Cunego, que llegaba pletórico después de hacerse con el triunfo en el Giro del Trentino.

El corredor español redondeó el trabajo de todo su equipo, encabezado por Joaquim Rodríguez, y supo mantener las fuerzas necesarias y la tranquilidad para aguantar los ataques en las últimas cotas y hacer valer su mayor punta de velocidad.

Valverde estuvo siempre en el lugar adecuado, exacto, para mantener la cabeza fría cuando enemigos de postín parecían tensar la carrera, como en los intentos del holandés Michael Boogerd (estuvo escapado con Rodríguez desde que quedaban treinta kilómetros), el propio Bettini, el alemán Patrik Sinkewitz, el italiano Ivan Basso, el también español Miguel Angel Martín Perdiguero o el luxemburgués Frank Schleck, quien ya había ganado en la Amstel Gold Race. Como se esperaba fue un final frenético entre los grandes favoritos al triunfo final.