Fernando Alonso (Renault) logró ayer el primer puesto en la formación de salida del Gran Premio de Francia, que marca el ecuador del campeonato del mundo, y se encamina hacia la victoria en una prueba que puede ser muy importante para sus aspiraciones al título.

Hasta ahora todo le está saliendo perfecto a Fernando Alonso, en una carrera muy importante no sólo para él, sino para la escudería Renault, que corre en casa y que contará con el apoyo de seis mil empleados en sus gradas, y para el fabricante de neumáticos Michelín, cuya sede se encuentra a 150 kilómetros del circuito y después de lo ocurrido en Indianápolis, tiene que lavar su nombre.

El comportamiento de R25, modificado en la aerodinámica y en la decoración, es perfecto y ayer dominó las dos sesiones libres, la primera de ellas con la pista mojada por la lluvia caída hasta primeras horas de la mañana y la segunda ya con la pista seca.

CON BRILLANTEZ La vuelta rápida de Fernando Alonso, que salía ayer a mitad de la sesión fue perfecta. En el primer parcial su retraso sobre el japonés Takuma Sato (BAR-Honda) que era el más rápido hasta ese momento, era de tan solo de tres milésimas de segundo, para batirle claramente en los otros dos y sumar un tiempo de 1:14.412, que serviría de referencia al resto de pilotos.

Con Fernando en la pole y con su más inmediato seguidor en el mundial, el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), tercero en la sesión de clasificación a 147 milésimas de Alonso, relegado al la séptima por haber tenido que cambiar el motor, hoy el asturiano puede ampliar su botín de 22 puntos y encarar de la mejor forma posible esta segunda parte del mundial.

Al final Raikkonen ha montado en su Mclaren-Mercedes un motor con la antigua especificación, como el del colombiano Juan Pablo Montoya, que partirá desde la cuarta fila, para evitar problemas y se le presenta una dura carrera. El italiano Jarno Trulli (Toyota) partirá desde la primera fila de la formación.