A Fernando Alonso le hubiera bastado dejar de disputar una carrera por sanción esta temporada para romper su contrato con McLaren unilateralmente. En ese caso, la negligencia de su empresa le hubiera privado de hacer su trabajo, de sumar puntos, de conseguir sus objetivos. Suficiente. Pero no es el caso.

El castigo que la FIA decidió el jueves en París afecta al campeonato de constructores, un asunto de las escuderías, no de los pilotos, y desde ese punto de vista, Fernando Alonso tiene poco que rascar, más allá de un posible daño a su reputación, en cualquier caso, discutible. Por eso debería ser el Contract Recognition Board (CRB) quien tendría que decidir si es susceptible de rescisión unilateral.

El CRB es, en síntesis, un organismo creado por la FIA a partir de un despacho de abogados de Ginebra al que se envían todos los contratos que se firman entre pilotos y equipos de la F-1. Es el registro de todos esos contratos pero también la primera y última instancia deportiva a la que conductores y equipos pueden acudir en caso de disputa.

El último caso fue el de Jenson Button, que ya tenía firmado su paso de Honda a Williams al final del 2004, pero hizo todo lo posible para quedarse en Honda. El CRB falló a favor de Williams y el piloto inglés tuvo que pagar 10 millones de euros de indemnización a sir Frank para poder quedarse en Honda. Después del CRB, solo quedaría la vía de la justicia ordinaria, un camino que todas las federaciones deportivas desaprueban y tarde o temprano castigan, así que poco aconsejable.

FERRARI, MAS LEJOS "Cuando acabe la temporada hablaremos del futuro", dijo Ron Dennis en Turquía sobre la posibilidad de que Alonso se vaya del equipo por la vía del diálogo. Y a esa tendrá que agarrarse en el caso de que el propio piloto español quiera irse. Porque el panorama que se abre a su alrededor no es muy esperanzador. La opción Ferrari ha perdido fuerza.

Es sabido que es un piloto deseado por Luca de Montezemolo, presidente de Ferrari, pero que Jean Todt, el director del equipo de F-1, se opone ("Alonso no vendrá mientras yo esté en Maranello", llegó a decir). Es verdad que la lucha de poder entre presidente y director es evidente, pero el proceso de espionaje y el fallo del pasado jueves de la FIA ha fortalecido la posición de Todt frente a Montezemolo.

SIEMPRE ESTARA RENAULT Con las puertas de Ferrari más cerradas que un mes atrás, la opción de una temporada de transición en Renault resulta mucho menos atractiva para el bicampeón. ¿Y después qué? ¿Otro segundo año en Renault?

La tercera opción es Toyota. Los japoneses esperan con el talonario en la mano. Alonso ganaría más dinero que en McLaren o Ferrari,pero se encontraría con unequipo que ahora mismo luchapor sumar puntos en cada carrera.No es peor situación de laque tenía Renault en el 2001,cuando el bicampeón firmó porel equipo anglofrancés, y desdeluego tienen dinero para invertir.Pero semejante travesía porel desierto de los resultados seríamás llevadera con el tercer títulobajo el brazo, dejando McLaren alo grande. Cualquier opción seantoja más sencilla con la terceracorona, incluso la de quedarseen McLaren si no le queda másremedio. Pero se hace difícil,muy difícil, imaginarse a Alonsootro año ¡o dos más! en un ambientecomo el que vive en McLareny que empeora cada día despuésde que la sanción de la FIAse haya apoyado en los correosentre De la Rosa y Alonso.

McLaren ya no necesita lospuntos de Alonso para el Mundialde Constructores del que hasido excluido y si Alonso tienepensado irse (cosa que sabe Dennis),sería mejor para McLarenque el número uno se quedaracon Hamilton como campeón.Cualquier contratiempo mecánicoque Alonso pueda sufrir enlas cuatro carreras que restan estarásiempre bajo sospecha.