"Algunos pilotos se habían quejado de que durante la salida del coche de seguridad en el circuito de Monza, donde yo iba primero y Hamilton segundo, habíamos frenado bruscamente varias veces. El director de carrera dijo en Japón que era bastante claro que detrás del coche de seguridad lo que puedes hacer es calentar neumáticos, es decir, zigzaguear, ir de derecha a izquierda y punto, pero con una velocidad constante. Y acordamos eso", reveló Alonso horas antes de la resolución, cuando se marchaba del circuito de Shanghái convencido de que no habría sanción para el líder del mundial. Y no la hubo, claro. Y Alonso, mientras, intenta ir a lo suyo: ganar mañana en China y esperar un pequeño-gran milagro.