Daniel Alves, lateral derecho del Sevilla, está caldeando el ya de por sí agosto caliente que tiene el conjunto andaluz por las competiciones oficiales en que está inmerso. Tras el partido de la Supercopa del sábado ante el Madrid, Alves tensó más la cuerda para intentar salir del club y utilizó la eliminatoria previa de la Liga de Campeones, que su equipo disputará el miércoles frente al AEK Atenas.

"Quiero seguir creciendo como futbolista y si tengo que marcharme para hacerlo, lo haré. Jugar o no el miércoles es una decisión que tengo que tomar yo. Si juego se me podrían cerrar muchas puertas", aseguró Alves.

Si el jugador brasileño disputa el partido, no podría jugar esta competición con ningún otro club durante el resto de la temporada. Es un inconveniente que frenaría el interés del Chelsea y del Real Madrid. En el Sánchez Pizjuán, en estos momentos, se manejan dos ofertas por el internacional brasileño. Las confirmó el presidente del club andaluz, José María del Nido, el pasado viernes. Una es de 31,5 millones de euros y otra, de 35 millones.

Del Nido no desveló su procedencia, pero una de ellas, la de 31,5 millones de euros, llega del Chelsea, club que además ya tiene un preacuerdo con el futbolista. El propio José Mourinho, entrenador del Chelsea, ha reconocido abiertamente el interés por el jugador: "El lateral derecho es un puesto que queremos mejorar, pero para hacerlo hay que traer a un buen jugador, y Alves lo es". "Haremos una oferta equilibrada, no una oferta estúpida", precisó Mourinho. Si la oferta equilibrada es la de 31,5 millones, el Sevilla ya la ha rechazado.

La otra propuesta, de 35 millones de euros, no tiene una procedencia clara, aunque todo apunta al Real Madrid. En cualquier caso, también ha sido rechazada por Del Nido, que quiere una "oferta fuera de mercado" por el mejor jugador de su plantel. Esa cantidad fuera de mercado podría rondar los 40 millones.