Dos años, cuatro meses y trece días después, el Cáceres Patrimonio de la Humanidad vuelve a jugar un partido de LEB Oro. La visita al Amics Castelló (20.30 horas) marca algo así como un nuevo comienzo para un club que, en su novena temporada de existencia, vuelve a estar donde le corresponde.

Atrás queda el emotivo ascenso de abril, la configuración de una plantilla continuista y una pretemporada prometedora. Empieza lo serio y es ante el máximo rival de la pasada campaña. Lo hace sin contratiempos a nivel físico y después de un viaje de diez horas ayer. "Tenemos plantillas similares y la misma filosofía a la hora de construirlas. Castellón quizás ha perdido un referente como Nick Washburn, pero ha ganado en atleticismo", dijo ayer Ñete Bohigas antes de subirse al autobús. El de hoy es también un día especial para el entrenador cacereño, que no dudó en fijar como objetivo la permanencia, aunque sin perder de vista acabar más arriba. "Estar en los playoffs sería un éxito", sostuvo un hombre cuya última experiencia en Oro se remonta a finales del 2007 con La Palma, donde pactó su salida a poco de iniciarse la campaña. "No fue una buena experiencia para mí por circunstancias personales y no estaba para pelear. Me quedo más con los dos años estupendos en LEB que hicimos en Cáceres (2003-04 y 2004-05)", recordó.

Además, relativizó las buenas sensaciones ofrecidas durante la pretemporada ("veo que el equipo está con los pies en el suelo. Lo que me dice la preparación es que vamos por el buen camino, pero sabemos que la liga va a ser diferente").

"Creo que lo que más nos tiene que valer en el partido es la ilusión que hay con el comienzo, más que la presión por ganarlo. El primer partido siempre es distinto", añadió. Su equipo solamente perdió cuatro en toda la temporada pasada y uno de ellos fue el de la jornada inaugural en casa frente al Zornotza.