Inglaterra y Portugal juegan en el modernísimo estadio de Gelsenkirchen un encuentro de los cuartos lleno de tensión y con sabor a clásico.

Porque, cuarenta años después de que Inglaterra y Portugal disputasen la semifinal del Mundial de 1966, cuando Bobby Charlton le ganó la partida a Eusebio, llega un nuevo Portugal-Inglaterra cargado de emotividad.

También está reciente el recuerdo de la eliminación inglesa en los cuartos de final de la Eurocopa 2004, cuando David Beckham envió a las nubes su lanzamiento en la tanda de penaltis e hizo millonario al aficionado que recogió el balón.

´BECKS´ Y FIGO Beckham, criticado hasta lograr el gol de la victoria en octavos contra Ecuador, ha avisado de que a Inglaterra le gustan los "partidos físicos", con un alto ritmo de juego y entradas duras.

Luis Figo, convertido en el líder del conjunto ante la ausencia de Deco, responde que Portugal no pone límites a su ambición.

Por convencimiento y momento de forma, Portugal es favorita, por tradición, Inglaterra tendría que avanzar a las semifinales.

Scolari deberá resolver, además, el problema que le plantea en el centro del campo las ausencias de Deco y Costinha, expulsados contra Holanda.

Sven Goran-Eriksson recupera para este partido a Gary Neville, el veterano lateral del Manchester, que puede aportar tranquilidad al conjunto. Todas las miradas, sin embargo, se centran en el juego de Wayne Rooney.