El partido que medirá hoy al Villanovense contra el Real Sporting B es toda una final para los extremeños, que tienen una oportunidad que no pueden desaprovechar si quieren mantener aún opciones para permanecer en Segunda B. A falta de 12 jornadas para el final del campeonato de liga, los verdiblancos son farolillo rojo, ocupando el último puesto con 22 puntos, cinco puntos menos que el penúltimo, el Lanzarote, y a 6 del puesto de promoción que ocupa el Toledo.

EL VIEJO DICHO Al Villanovense solo le vale la victoria; tiene que empezar a sumar de tres en tres si quiere mantener la categoría. Algo que tiene muy claro Jaime Molina que tratará de hacer valer aquella antigua frase de "a entrenador nuevo, victoria segura". Con él ha comenzado esta semana una nueva etapa en el club tras la salida del anterior cuerpo técnico que encabezaba Domingo Suero. El nuevo técnico se hacía cargo del equipo el miércoles y consciente del poco tiempo que tenía para preparar el encuentro, anunció que se centraría fundamentalmente en "limar" los pequeños detalles que son los que marcan la diferencia entre perder y ganar en esta categoría, y lograr hacer una defensa más férrea.

Molina sólo deberá prescindir del defensa Cobos, la única baja, sancionado. La expedición viajó durante la madrugada del sábado; ayer por la mañana entrenaron en el campo que habían solicitado, el último entrenamiento antes del partido.

Su contrincante de hoy es "de su liga": un rival directo por la permanencia. Es decimoquinto empatado a puntos con el Toledo y con el Tenerife B. El filial del Sporting acumula 13 derrotas, las mismas que el Villanovense pero a diferencia de que ha sumado 8 victorias (3 más que los extremeños) y 4 empates, frente a los 7 de los verdiblancos. Las cifras son de nuevo parejas en cuanto a los goles recibidos (uno más el Villanovense), estando ambos entre los 5 equipos más goleados de la categoría.