Las sospechas sobre las irregularidades que han acompañado la elección de Río como sede de los Juegos Olímpicos de 2016 ganaron un capítulo más este martes con la operación policial contra los desvíos y sobornos para la elección olímpica de la ciudad carioca. Incluso antes de ser elegida sede, el 2 de octubre de 2009 en Copenhague, la candidatura de Río levantó recelos y dudas, tanto por la corrupción de la que Brasil no logra deshacerse como por la necesidad de organizar un evento de tal tamaño en una ciudad llena de problemas, violencia y contrastes sociales. La popularidad mundial que tenía e Luiz Inácio Lula da Silva, una economía pujante que llegó a ser la sexta mayor del mundo, el hecho de acoger los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica y la elección, dos años antes, de Brasil como sede del Mundial de fútbol de 2014 acabaron decidiendo la elección de Río.