El austríaco Lukas Postlberger (Bora), debutante en el Giro y en una prueba de tres semanas, se coló en la fiesta de los favoritos del esprint y dio la sorpresa al estrenar la maglia rosa de la edición del Centenario, aprovechando un final caótico con caída de donde salió disparado a la gloria.

Postlberger, de 25 años, dejó el anonimato para entrar en la historia del Giro. Es el primer austríaco que gana en la carrera rosa, y lo hizo con un salto postrero que le regaló unos metros en medio de la confusión. Suficientes, voló a meta, donde incluso se recreó brazos en alto, ante el acoso cercano del australiano Caleb Ewan (Orica) y del alemán André Greipel (Lotto Soudal), los llamados a quitar el precinto de la maglia rosa, esta vez superados por un joven rebelde.

Etapa con comienzo emotivo por el minuto de silencio en recuerdo de Michele Scarponi. El Astana, con un dorsal menos, salió de Alghero al frente de un pelotón que pronto tuvo acción.