No hubo celebración en el podio. El luto por las víctimas de los atentados de Londres se tradujo en un minuto de silencio en la parrilla antes de la salida y en un podio sin champán ni gestos de alegría. En otras circunstancias, tampoco se habrían visto saltos porque, más que satisfacción, había cabreo: el de Alonso, porque el doblaje a Trulli le privó del triunfo, y el de Raikkonen, porque se aleja dos puntos más del asturiano donde esperaba recuperar terreno. Enfado también de quien no entiende cómo en un fin de semana de luto, un streaker paseó desnudo por la pista.

"Parece que las banderas azules sólo salían cuando doblaban los McLaren", se quejó Flavio Briatore. Esas banderas se muestran para avisar a los pilotos con vuelta perdida que deben dejar paso a los pilotos que les van a doblar. Pero cuando Alonso se disponía a doblar a Trulli, a su mejor amigo en F-1, no se vieron las banderas azules. "He tenido mala suerte, pero no hay nada que reprochar a Jarno ni al resto porque no había banderas azules. El problema ha sido de la organización y nos han perjudicado a todos", lamentó el asturiano, que cifró en "tres segundos" el tiempo perdido en esa vuelta. Y eso que el ovetense pidió por radio a su equipo que avisaran al director de carrera del desastre con las banderas.

¿Habría adelantado Alonso a Montoya sin ese tiempo perdido? Quizá. Lo curioso es que Trulli se quejó "del tráfico y de las banderas azules" para justificar el 9 puesto, tras salir 4 . Nada que celebrar tampoco en Ferrari. En una carrera con un solo abandono --Karthikeyan (Jordan)--, los coches de Maranello volvieron al lugar en el que navegaban antes de la sangría de abandonos de Canadá, Indianápolis y Francia. "Con un sexto y un séptimo puesto no estamos al nivel de nuestros adversarios. Hemos dado un paso atrás", afirmó Schumi.

La esposa de Raikkonen ha revelado que su marido tiene un pronto rabioso cuando no le salen los resultados, como ayer. "Las cosas hubieran sido diferentes de no haber roto el motor el viernes, pero las carreras son así", dijo, mordiéndose la lengua.

También vale más alejarse de Montoya cuando sale en plan suicida. "Arriesgué mucho en la salida para adelantar a Fernando", confesó. Alonso entendió de inmediato sus intenciones: "No había ninguna razón para entrar a tope los dos coches en aquella curva en la primera vuelta de carrera", añadió el asturiano.