El Barcelona esgrime en su defensa para evitar la clausura del Camp Nou la exposición de una serie de precedentes "similares o más graves" que no fueron sancionados en su día, entre ellos una visita que versó el cuadro barcelonista al Santiago Bernabéu en marzo del año pasado.

La entidad catalana recuerda que el 4 de marzo de 2001, con motivo de un encuentro Real Madrid-Barcelona se produjeron "incidentes de público" ampliamente reflejados en el acta y "en los documentos propios de los medios de comunicación y videográficos".

Entre ellos, el club recuerda "el lanzamiento de todo tipo de objetos, entre ellos un teléfono móvil cuando Guardiola se disponía a lanzar el primer córner que no impactó en él" y también que "otro objeto impactó en Sergi".

LA AGRESION A REINA

También recuerda la existencia de "una agresión por parte de un espectador a Reina consistente en un golpe sobre su estómago con el que protegía el balón y otro en su espalda" y que ello se consideró en su momento infracción leve y se impuso una multa.

La entidad barcelonista especifica que las alegaciones presentadas "no tienen por objeto depurar la responsabilidad de los espectadores causantes de los incidentes", ya que recuerda que los mismos "están siendo identificados y serán sometidos a las sanciones que correspondan".

Apelar a la historia es el primer argumento utilizado por el Barcelona. Se recuerda que el club "nunca ha sido sancionado a consecuencia de una infracción grave o muy grave" y sólo fue clausurado su antiguo estadio (Les Corts) en 1925 por motivos políticos.