El último fichaje, Bauti, tenía ayer una pierna bastante inflamada. El origen, según la propia definición hiperbólica del entrenador del Cacereño, Ismael Díaz, no fue una dura entrada, "fue un atentado terrorista", dijo ayer por la mañana a este diario. La batalla de Linares ha traído secuelas físicas en el líder de Segunda B, según los testimonios recogidos en las horas siguientes al término del encuentro.

"Somos el equipo que más patadas recibe y al que más tarjetas le enseñan". Lo dijo el propio Ismael Díaz antes de finalizar el año y ahora, pese a la bonanza de resultados, sólo interrumpida en Linarejos, vuelven las quejas. "Tenemos al 50 por ciento del equipo fuera de combate", recordó ayer, e incidió en que el rival se empleó con extrema dureza. "Nos hicieron faltas que no es para valorarlas, sino para verlas", añadió.

UNA LISTA MUY LARGA

La lista es larga, aunque los motivos son muy diferentes. A las ya conocidas bajas de Maxi, Caballero, Jaime, Guy y Sema, se unirán seguro para el encuentro del sábado ante el Díter de Angel Marcos (16.30 horas, Municipal de Miajadas) las de dos centrocampistas: Cantos y Jorge García, la pareja de creadores del juego ofensivo verde. Ambos recibieron su quinta tarjeta liguera. Por el contrario, los enfermos Félix Campo y Nico --este último no convocado por una fiebre-- sí podrán jugar el atípico derbi.

El traspié en Linares, sin embargo, no ha tenido una trascendencia excesiva en el ánimo de la plantilla, entre otras cosas porque el equipo continúa como líder de la clasificación tras el empate entre el Cádiz y el Algeciras. "Más no se nos puede pedir", añade Díaz, quien sin embargo se lamenta de la oportunidad perdida de puntuar en Linares en un partido en el que el propio entrenador no coincide con las crónicas de agencia que señalan que el Linares dominó más. "Agradezco el patriotismo de los periódicos locales", dijo ayer irónicamente en la Cope.

Para el técnico asturiano del Cacereño, hubo al menos tres penaltis no pitados en el partido, además de un infortunio considerable en varias ocasiones claras perdidas, una de ellas un lanzamiento al poste de Julio Cobos en el tiempo de prolongación que hubiera dado, al menos, un punto.

"Nuestro trabajo ha hecho que, al menos, tengamos un colchón que permite seguir arriba", dice el técnico, quien tendrá ahora que recomponer su equipo con la entrada de menos habituales en el centro del campo. Emilio y Nico pueden ser titulares.