La jugadora del Extremadura Arroyo 30 de origen cubano-húngaro Beatrix Meléndez-Pál declaró ayer, respecto a su futuro a corto plazo, y de las posibilidades que existen de que continúe una campaña más vinculada al equipo extremeño que, «no descarto la opción de seguir un año más en Arroyo, ya que me apetece el reto de conocer ahora la Superliga 2, y hacerlo en mi ‘segunda casa’ aún más».

Beu Meléndez Pál aseguró que le parece «muy bien que desde el club se quieran reestructurar ciertas áreas», ya que en su opinión, «en las dos últimas campañas no se consiguieron los objetivos que pretendíamos, y aunque este año tuvimos un muy buen grupo, los resultados no fueron lo que esperábamos».

La colocadora señaló también que su decisión final «la tomaré en las próximas semanas, en las que se irán clarificando las cosas, y más después de conocer que la directiva no quiere ‘cortarme las alas’, y que entendería que me decidiera por una oferta mejor».

Asimismo reconoció que el grupo de pequeñas jugadoras de la cantera del club cacereño que dirige es «maravilloso, las quiero y las adoro a cada una de ellas, y es que con ellas no solo mantengo una relación de responsabilidad deportiva, también valoramos aspectos como el respeto, la paz, la ayuda, el compañerismo, y sobre todo intento que cada día sean mejores personas y más felices».

En cuanto a su actividad académica, aunque afirmó que en realidad cursa segundo curso de Educación Infantil, «la verdad es que también tengo asignaturas de tercero y cuarto, ya que tengo la intención de acabar el Grado el año que viene, uno antes de lo previsto».

«Estoy encantada con mi carrera, y tengo clarísimo que la educación de los más pequeños es lo mío, porque es como un mundo mágico que solo entendemos los que vivimos con pasión, compromiso y vocación esta faceta», añadió. En cualquier caso, Baseveró que aunque no sabe «dónde estaré dentro de unos años, sí sé una cosa: que me encanta España, su gente y su forma de vivir, por lo que les digo siempre a mis amigas de Budapest que, como España, no hay otro país».