Faltaban diez minutos para que empezara el partido cuando el presidente del Alcorcón, Esteban Márquez Ponce, buscaba, solo, su sitio en el palco del estadio Príncipe Felipe. Una estampa bien distinta, seguro, a la que se va a encontrar mañana en el mastodóntico escenario del Santiago Bernabéu. Hasta que los jugadores saltaron al terreno de juego estuvo solo, escoltado desde otras posiciones del palco por su director deportivo y un par de directivos del club madrileño que también viajaron hasta Cáceres.

Pero esa soledad del presidente del Alcorcón y las tensiones que hubo durante toda la semana por el día del partido, se acabaron cuando el palco empezó a llenarse.

Primero llegó Antonio Martínez Doblas, consejero delegado del Cacereño, que con su habitual sonrisa saludó a Márquez e hizo de buen anfitrión presentándole al resto de integrantes de la zona noble del Príncipe Felipe: primero el presidente, Antonio Martínez Buzo, después el presidente de la Diputación de Cáceres, Juan Andrés Tovar, y también el concejal de Deportes, Manuel Lucas. Con ellos, buena parte de dirigentes del PP (Fernando Manzano, Lázaro García...) y directivos del Cáceres 2016 de baloncesto como el presidente de honor, Pedro Núñez, Eduardo Chacón o Francisco Rodríguez.

Sin resentimiento

El mandatario del Alcorcón protagonizó, incluso, una rueda de prensa post-partido y previa a la de los entrenadores de los respectivos equipos. Y a fe que no mostró resentimiento ni crítica alguna hacia el Cacereño, según sus propias palabras. "No estamos molestos. Hemos visto que aquí en Cáceres hay unas grandísimas personas", dijo Esteban Márquez, para añadir que, quizá, su club debió ponerse en contacto "antes" con el Cacereño para haber solucionado el cambio de día de partido.

Sí admitió que sus jugadores, probablemente, noten el esfuerzo en el encuentro de mañana en el Bernabéu. En un tono siempre muy desenfadado, el veterano dirigente del Alcorcón dijo que había hecho "muchos amigos y amigas" a lo largo de los últimos días.

Entre los espectadores se encontraba Fernando Anquela, hermano del entrenador del Alcorcón y exjugador del Cacereño, en el que destacó como extremo. Ahora vive en Navalmoral de la Mata. Aunque con el corazón un poco dividido, para el partido de ayer lo tenía muy claro: "Lo siento por la gente de Cáceres, pero hoy quiero que gane el Alcorcón. Para el resto de partidos espero que siempre gane el Cacereño", dijo, a la vez que calificó de "cacicada" que el club verde no quisiera adelantar el partido al sábado.

Más críticas

Evidentemente, se mojó bastante más que su hermano, muy cauto durante su comparecencia ante los medios pese a que al final, justo al acabar la rueda de prensa, soltara un significativo "entre bomberos no hay que quitarse la manguera".

"Es muy triste que entre clubs pequeños no se ayuden. Me ha parecido muy triste". ¿Un pronóstico para el partido de Copa del Rey? "Me gustaría que ganara el Alcorcón, o al menos que pasara la eliminatoria, pero me parece realmente complicado. El Santiago Bernabéu impresiona mucho y el Madrid está claro que va a salir a por todas", aseguró convencido Anquela, que respecto a su presencia en el Príncipe Felipe aseguró que "es bonito reencontrarse con gente con la que compartí muchas experiencias".