La última en llegar, Clara Solé, irradia simpatía e incluso hace de traductora en el pabellón Serrano Macayo. "Sí, si quieres, sí, soy una aventurera, pero ahora estoy en Cáceres y hay que trabajar al máximo", dice con un aire que rezuma entre motivación y responsabilidad.

Con experiencia baloncestística en distintos países (EEUU, Italia y Alemania), esta ala-pívot catalana de 23 años se presenta como una más entre las chicas que integran el nuevo proyecto del Al-Qazeres en la Liga Femenina 2, que inician el campeonato el sábado en Tenerife con un objetivo: recuperar la categoría perdida la pasada campaña.

Acaba el entrenamiento y el ambiente es distendido. Jacinto Carbajal, el técnico, anima el cotarro. Las jugadoras, solícitas, entran en juego en el media day . "Somos muy jóvenes y nos llevamos superbien. A ver si estamos arriba", dice la cacereña Elena Corrales, con Vero Sánchez, la única superviviente del histórico ascenso de hace dos años.

"Me siento muy feliz en esta bonita ciudad", agrega Tamara Taylor, la escolta norteamericana, quien promete "jugar duro" y pelear por el objetivo.

En similares términos se pronuncia la otra estadounidense, la pívot Julie Forster, quien espera, sobre todo, "ganar muchos partidos" y obtener el premio final del ascenso a LF.

La pívot placentina Silvia Romero también augura un buen año. "Estamos haciendo un buen trabajo. Yo estoy muy a gusto y mi hermana también". Su hermana, mucho más joven, es la escolta María, que ha dado el salto tras su espectacular progresión desde categorías inferiores. Una progresión que espera también se plasme en victorias. De momento, todas ganan en buen rollo .