Ismael Díaz tuvo ayer un día feliz. Oficializó un nuevo fichaje, el centrocampista Villa; hizo oficial la ascensión al primer equipo de dos jugadores del filial, el también medio Bernal y el delantero Gerardo; y, sobre todo, presentó a su nuevo equipo de colaboradores. El organigrama técnico que ha configurado parece llenar de satisfacción al entrenador del Cacereño, que se deshizo en elogios hacia ellos.

Villa es un jugador que puede actuar como medio centro y mediapunta, con experiencias tan dispares como las pretemporadas que pasó en el Celta (con Javier Irureta y Víctor Fernández) o un año en la liga griega. Su discurso fue el habitual en las presentaciones de futbolistas: "He venido por el proyecto deportivo. Tenía cosas económicamente mejores, pero me interesaba jugar aquí", afirmó. Reconoció que había estado en contacto con el Cacereño desde hacía tiempo y que le llamó la atención el "buen trabajo interno" que ha detectado en el club.

También habló Gerardo, el delantero argentino que esta temporada ha marcado 26 goles con el filial en apenas una vuelta de campeonato. "Ya sé que la Segunda B no es lo mismo que la Preferente, pero yo me veo hasta para jugar en Primera", señaló con indiscutible ambición.

Díaz quiso dar por superadas las salidas de los técnicos que llevaron al ascenso al filial y al equipo juvenil. "Queremos educadores más que entrenadores, gente que tenga máxima dedicación. Son la base de nuestra apuesta de cantera", apuntó.