Durante los últimos días ha sido tema de broma en el vestuario del Cáceres Patrimonio de la Humanidad el hecho de debutar en la LEB Oro 2017-18 en Manresa, territorio catalán, justo en un fin de semana tan controvertido. De hecho, el día del partido, previsto inicialmente para el 1-O, se adelantó a hoy (20.30 horas) por cuestiones relacionadas con la seguridad. Pero más allá de la cuestión política, lo único que le interesa al equipo extremeño en el Nou Congost es llevarse la primera victoria del curso, lo cual no será nada fácil.

De hecho, el ICL Manresa es uno de los grandes favoritos para estar arriba. Proviene de la Liga Endesa y quiere volver a ella pronto, para lo que ha reunido a un grupo de nacionales contrastados jugadores en la segunda categoría (Lluis Costa, Álvaro Muñoz y, sobre todo, Jordi Trias), con extranjeros que también pueden hacer mucho daño (Jordan Sakho, Jokubas Gintvainis, Noah Allen).

Pero al Cáceres lo que más le importa es el Cáceres, en un año barnizado de una mayor ilusión y ambición. A su entrenador, Ñete Bohigas, espera que esto no se le vuelva en contra a su grupo de jugadores: argumenta que está bien que se salga con la idea de regresar a los playoffs de ascenso tras un año de ausencia, pero que no se vea como una exigencia.

EN EL RECUERDO / La pasada campaña se consiguió emerger tras un negrísimo arranque (cuatro derrotas en otros tantos encuentros, incluyendo la más sonrojante de la historia del club, ante el Breogán, por 63 puntos de diferencia en casa). La holgada permanencia, basada en la fiabilidad que se acabó logrando en el Multiusos, supo bien. Ahora, el mensaje que se ha lanzado desde el despacho es que hay que mirar un poco más arriba. Y manejar esa presión será la clave de todo, porque seguramente se haga una interpretación distinta de los malos resultados..

El propio técnico coincide en el análisis de que ahora dispone mejores mimbres que la pasada campaña, sobre todo por la inesperada renovación de última hora de Niko Rakocevic, al que se llegó a dar por perdido tras promediar 15 puntos por partido y aspirar a contratos mejores que los le podían ofrecer en la LEB Oro. Pero también parece haberse dado en el clavo con el fichaje exterior de Warren Ward --otro encestador compulsivo-- y con el regreso de Rolandas Jakstas, que formará una pareja interior lituana que promete.

Con dolores en una rodilla Rakocevic jugará en Manresa las previsiones son que no estará al cien por cien hasta dentro de dos semanas. Bohigas es feliz con el montenegrino otra vez a sus órdenes. «Cuando esté bien nos va a dar unos puntos que no teníamos cuando parecía que estaba cerrada la plantilla no teníamos», destacó.

Más incógnitas levantan novatos en la competición como Pol Olivier y Dani Martínez --curiosamente, dos catalanes--, pero son piezas que encajan en la filosofía del club de trabajar con jugadores jóvenes con proyección.

El rebote y la defensa / Durante buena parte de la pretemporada ha preocupado un aspecto estadístico en el que el Cáceres se ha visto superado: el rebote. «Tenemos que mejorar en el ofensivo, pero sobre todo me preocupa el defensivo. Para nosotros es fundamental. Si no, tendremos problemas. Vamos a ver si no se repite el problema», deseó.

El técnico pronosticó que su equipo será mejor a nivel defensivo respecto a la pasada campaña, sobre todo gracias a sus dos bases, Guille Corrales y Pol Olivier. «Con ellos conseguimos mantener un nivel alto en primera línea y eso probablemente contagie a los demás. Creo que vamos a estar más agresivos, con líneas más hacia arriba. Eso quizás también se vea en ataque. Vamos a buscar un juego muy dinámico, con posiciones no muy largas, amoldado a los jugadores que tenemos», auguró.

¿SOLO UN ASCENSO? / Por otra parte, el técnico del Cáceres se mostró escéptico el jueves cuando se le preguntó por la intención de la ACB de que solamente haya un ascenso a la Liga Endesa y no dos. «Eso habrá que verlo. Otra cosa es la opinión que tenga la Federación y otra será cuando los clubs de la LEB Oro digan que se cumpla lo que está firmado. No tiene sentido para jugadores ni para entrenadores ni para clubs para patrocinadores ni para el baloncesto en general. Es un problema ajeno a la Federación Española que tendrá que resolver la otra parte. Nosotros ya sabemos lo que queremos y está firmado», indicó.