VALLADOLID - 70: Hernández (11), Van Lacke (7), De la Fuente (-), Jorssen (9), Battle (4) -cinco inicial-, Dumas (23), Baldo (9), Puyada (7), Pavlidis (-), Muñoz (-) y Martínez (-).

CACERES 2016 - 58: Brown (3), English (1), Angulo (8), Guaita (18), Simien (10) -cinco inicial-, Poves (6), Bellas (8), Sanguino (2) y Cage (2).

ARBITROS: Jesús Marcos Martínez y Jordi Freixa. No hubo eliminados.

MARCADOR POR CUARTOS: 18-15, 36-32, 56-49 y 70-58.

INCIDENCIAS: Antes de comenzar el partido, se realizó un homenaje a Mike Hansen, exjugador de Cáceres CB y Valladolid.

El Cáceres 2016 no pudo ante un Valladolid que demostró seguir en franca progresión y que ya suma seis victorias consecutivas, gracias a una buena defensa y la gran actuación de sus bases, que llevaron el peso del equipo durante todo el partido (70-58).

A pesar de que Chris Hernández inauguró el marcador con un triple en la primera jugada, los dos equipos salieron a la cancha muy fríos, lo que dio paso a varias imprecisiones en los lanzamientos, tanto en uno como otro bando, pero sobre todo en el visitante, donde sólo estuvieron acertados Angulo y Guaita.

Los vallisoletanos aprovecharon esa situación para dominar el electrónico (9-4) en el minuto 5, pero los cacereños empezaron a entrar en juego y Simien se unió a la lista de anotadores para dar la vuelta al resultado (14-15) en el minuto 9, que no tardó en recuperar el cuadro local, gracias al trabajo de Baldo y Dumas, con lo que pudieron finalizar el primer cuarto con ventaja (18-15).

LUCHA ABIERTA En el segundo tiempo, el conjunto dirigido por Fisac también tomó la iniciativa, merced a un gran trabajo en el juego interior de Baldo y Jorssen, que supieron romper la zona de los cacereños, cuyo entrenador, Piti Hurtado, se vio obligado a solicitar un tiempo muerto en el minuto 15, para reorganizar a sus jugadores.

La arenga resultó efectiva, puesto que del 27-20 se pasó al 27-25, gracias a la capacidad de lucha del cuadro extremeño, que nunca dio un balón por perdido y que se mostró muy fuerte en la faceta reboteadora y en las recuperaciones de balón.

Pero el Valladolid aumentó la presión defensiva y, con un destacado Dumas, pudo volver a recuperar la renta de siete puntos (34-27), que se redujo a cuatro de la mano de Poves, al anotar un triple sobre la bocina (36-32).

Tras la reanudación, los cacereños entraron algo más entonados que el conjunto local, lo cual se tradujo en un empate a 38 a los dos minutos, pero el Valladolid no tardó en reaccionar, en esta ocasión, gracias al buen hacer de los pequeños --Van Lacke, Hernández y Dumas--, que supieron leer bien el partido.

Con el 45-38 los colegiados señalaron una falta antideportiva a Van Lacke que dejó momentáneamente bloqueados a los vallisoletanos, lo que aprovechó el rival para recortar distancias (45-43), de la mano de Guaita, el mejor visitante.

Pero Dumas se echó al equipo a sus espaldas y, merced a su acierto anotador, la renta se amplió hasta los once puntos (56-45), que Bellas recortó hasta el 56-49 del tercer cuarto.

El último tiempo fue una lucha sin cuartel entre ambos equipos. La tensión dio paso a errores y fallos en defensa, fundamentalmente en visitantes.

El buen trabajo defensivo de los locales, que ayer no tuvieron en Battle al referente de otros encuentros, les llevó a obtener de nuevo diferencias de once puntos (62-51 y 66-55), tras la última de las cuales Hurtado pidió tiempo muerto, a falta de tres minutos para el final.

Pero los de Fisac no perdieron el control, supieron aprovechar la ansiedad del Cáceres 2016 y, con una gran actuación de los bases, bien acompañada por la defensa en ese último cuarto, permitió al Valladolid despedir el año sumando su sexta victoria consecutiva.