Trata el Cáceres Patrimonio de la Humanidad de darle un barniz de normalidad al partido de esta noche ante el Clavijo (21.00 horas, Multiusos). Quizás sea la única manera de afrontarlo con garantías. No sería caer en el abismo una nueva derrota, la quinta en seis partidos, pero sí confirmaría que el globo que se intentaba vender en pretemporada se ha pinchado.

«Los dramas, para el Gran Teatro». Solamente alguien tan cacereño como Ñete Bohigas podía hacer una afirmación así. El entrenador está serio, como corresponde cuando las cosas no salen como uno espera, incluyendo los problemas físicos de jugadores como Pol Olivier, que volverá a ser baja. Pero intenta mantener la calma, «afrontar esto de la forma más natural posible», dice Bohigas, que volvió a hablar de una semana de entrenamientos «de buen nivel». Justo como antes de visitar al Breogán en Lugo, cuando perdió por 101-73.

«Que los jugadores estén tranquilos. Yo les veo súper centrados y trabajando duro, con muchas ganas. Son los grandes protagonistas», añadió, volviendo a mencionar, como en anteriores ocasiones, que la situación en la tabla se debe en gran parte al «calendario complicado».

En los últimos días se ha incidido en aspectos que están flojeando, como «cerrar el rebote, ser más agresivos y jugar con más ritmo». También se refirió a los pívots, cuya aportación criticó, aunque no «su implicación, que es a tope». «Me gusta llevar la bola al poste bajo, y no solo para anotar, sino para generar juego desde ahí», reiteró. Y eso es algo que todavía tienen que conseguir jugadores como Robertas Grabauskas y Rolandas Jakstas. Sí hay más satisfacción con Ola Keshinro, de cuya intensidad no hay queja.

«Esto acaba de empezar y las prisas no son buenas consejeras», apuntó el entrenador, que eludió hacer recomendación alguna al público que asistirá hoy al Multiusos. Sus silbidos ya han aparecido esta misma temporada. «La gente lleva muchos años viendo baloncesto. Queda uno entienda el apoyo que debe darle al equipo como quiera», sentenció.

El discurso es más o menos el mismo en todos los estamentos del Cáceres. Si su presidente, José Manuel Sánchez, pedía tranquiliadad hasta que llegasen las victorias, ayer también lo hizo Sergio Pérez. «Tenemos que afrontar esto con mucha paciencia y calma», declaró, poniendo el acento en «tener la cabeza fría y, a partir de ahí, sacar el tema adelante».

El ala-pívot reconoció, eso sí, tener «sensaciones extrañas» y que «el trabajo es bueno o malo respecto a los resultados que se obtienen». Agradeció el apoyo de Sánchez, aunque sobre su pretensión de luchar por estar en los playoffs de ascenso dijo que solo ve «el entrenamiento de mañana por la mañana».

RIVAL RECONSTRUIDO / El Clavijo ya no es el desastre de la pasada temporada, cuando terminó penúltimo, aunque en los despachos logró evitar el descenso. Ha ganado ya dos partidos con un equipo en el que se mezclan nacionales veteranos y extranjeros sin experiencia en LEB Oro.

«Juegan con mucho ritmo, con mucho uno contra uno», analizó Bohigas, que tendrá enfrente a Jenaro Díaz, uno de los ayudantes en verano del seleccionador nacional, Sergio Scariolo.

Además, ayer anunció la contratación del escolta holandés Rogier Jansen (1,88, 32 años), que podría debutar hoy en Cáceres.

Según recoge Efe, el equipo riojano ha realizado este fichaje por los problemas que tiene en el puesto de base-escolta, principalmente por la ausencia del norteamericano Kevin Olekaibe, que ha viajado a su país por un problema familiar, sin que se haya precisado cuando regresará.

Además Carles Bravo muy probablemente pasará por el quirófano, por problemas en una rodilla, en las próximas semanas. Rogier Jansen llega al baloncesto español tras desarrollar su carrera en su país; en las últimas temporada ha militado en el Leiden holandés, y en la ultima temporada logró una media de 10,8 puntos, 2,4 rebotes y 4,7 asistencias en 36 encuentros. Además, fue internacional con su país y además de en Holanda también jugado en Bélgica.

Por último, Jenaro Díaz afirmó que cree que su equipo está en disposición de «dar un salto de calidad» y por ello viajan a Cáceres «con optimismo», pese a las dos últimas derrotas seguidas. Cree que la defensa «y el sacrificio» serán claves en el partido, dado que «Cáceres es un equipo que tiene muchos puntos, y eso hay que contrarrestarlo».