El propio Ñete Bohigas no duda en calificar de "losa" lo que tiene encima el Cáceres Patrimonio de la Humanidad. Esta noche intentará quitársela ante el Actel Lleida (21.00 horas, Multiusos). Una quinta derrota consecutiva le daría más intensidad al rojo de las alarmas que ya se han encendido alrededor del equipo.

El entrenador compareció ayer con aparente calma ante los medios. Se ha visto en más de una de estas, por lo que es difícil que algo le caiga de sorpresa. Su mensaje principal, sin preguntarle, fue para el público, en la misma línea de los últimos días: "Es el día ideal para que esa comunicación entre equipo y grada vuelva a fluir. De la afición solo espero lo normal: que esté con los suyos durante los 40 minutos, que apoye anímicamente a un grupo de jugadores que hace unos meses nos dio una gran alegría y que ahora lo necesita".

NOMBRES PROPIOS Sí, el Cáceres está tocado , con muchas dudas en lo táctico y en lo emotivo. Las bajas formas de jugadores como José Marco --"está en proceso de adaptación, de recuperar la chispa que tenía"-- y Tautvydas Slezas --"le veo mejor. Que se centre en el baloncesto y no le influya lo externo"-- se están pagando caras. Capítulo aparte merece Ben Mockford, al que el club ha advertido después de que el pasado domingo no tuviese consideración alguna con un aficionado en Twitter. "Fue fruto del nerviosismo. En las redes sociales es fácil equivocarse", indicó su entrenador. En las cuatro derrotas consecutivas ha acumulado un negro porcentaje de 4 triples de 23 intentos.

Si hay nubarrones en el Ciudad de Cáceres, más todavía trae el Actel Lleida, que forma parte del trío que cierra la clasificación con un solo triunfo tras ocho jornadas. No se explica si se tiene en cuenta que posee jugadores de experiencia y calidad como José Simeón, Josep Pérez, Alfons Alzamora, Tomas Hampl o Jorge García, este último plusmarquista en ascensos a la Liga Endesa con nada menos que siete. También está Alex Greven, que la pasada campaña se hinchó a anotar en Plasencia.

"Me siento bastante identificado con ellos. Que tengan un solo partido ganado no es representativo, no se ajusta a la plantilla que tienen. Lo normal sería que estuviesen en playoffs ", analizó Bohigas, que mira más bien hacia los suyos, en los que dice confiar enormemente. "El compromiso es enorme. Hay que saber gestionar este tipo de tensión y nosotros lo hemos hecho desde el sosiego", resumió.

En principio no habrá bajas, aunque Añaterve Cruz no pudo terminar el entrenamiento matinal de ayer por un pequeño problema físico. Se necesita de todos para combatir una herida que, si no se tapona ya mismo, sangrará más todavía.