Iker Casillas, capitán del Real Madrid, trabajó en la ciudad deportiva de Valdebebas horas después de ser señalado por su afición con silbidos en el derbi madrileño del Santiago Bernabéu (1-2), y fue el único titular junto al portugués Pepe que se entrenó sobre el césped en un día de recuperación.

"Me siento culpable. Hay que saber encajar los silbidos, entrenar mucho más para cambiarlos. El público es soberano y sabio para opinar", aseguró Casillas aún en caliente mientras digería la reacción de su afición tras el primer gol de los dos que encajó en la derrota ante el Atlético de Madrid.

Tras una noche difícil, Casillas se vistió de corto de nuevo en Valdebebas y saltó a entrenar en una sesión específica de porteros dirigida por el preparador Villiam Vecchi junto al costarricense Keylor Navas y el extremeño Fernando Pacheco. El Madrid debuta mañana en casa en Champions ante el Basilea.