Sorpresa mayúscula en Tercera División. El entrenador del Olivenza, Antonio Castaño, dimitió de su cargo «de forma irrevocable» y el banquillo queda disponible, aunque se trabaja rápidamente para sustituirle.

La historia ha dejado pasmada a la directiva de la entidad pacense, que emitió ayer un comunicado en el que intenta explicar la situación que se ha generado.

Según su versión, Castaño tomó la decisión «por la celebración, sin su consentimiento, de un entrenamiento del Club Deportivo Badajoz el pasado día 9 en la Ciudad Deportiva, donde entrena y juega sus partidos el Olivenza». Según un comunicado posterior del técnico, había pactado cuando fichó que el campo solo lo pudiese utilizar su equipo y los de las categorías inferiores.

DISCULPAS PÚBLICAS / En el club ha sentado muy mal esta determinación del entrenador, que «a tan pocas fechas del comienzo de la competición oficial [nos] causa un grave trastorno económico y fundamentalmente moral».

Va más allá e incluso pide disculpas «a nuestros abonados y a los aficionados en general por las molestias causadas». La directiva «ya trabaja a marchas forzadas en la elaboración de un nuevo proyecto».

Castaño, que anteriormente había dirigido al Pueblonuevo, iniciaba su primera temporada en el Olivenza, con el que había ganado 2-0 al Jerez en la Copa Federación. En esta competición disputa los cuartos de final mañana frente al Extremadura B y tendrá que improvisar una solución para el banquillo.