Su nivel competitivo casi asusta y cuando se le pregunta sobre ello a su entrenador, el habitualmente cauto Serafín Calvo, suelta un 'uff' muy llamativo. El placentino César Castro rompe moldes y destroza registros con una facilidad pasmosa. ¿Estará incluso en los Juegos Olímpicos de Río 2016? "'Uff'". La respuesta suena a un 'puede que sí'.

Con los datos en la mano, la progresión del nadador extremeño hace pensar en lo mejor. Acaba de cumplir los 16 años y su última gesta ha sido batir la mejor marca de su edad en los 400 metros libres. Ha sido en una prueba del Circuito de Madrid, el pasado fin de semana, cuando ha conseguido el récord nacional de 400 libre con una marca estratosférica de 3:54.01, más de dos segundos por debajo de la anterior, que pertenecía el andaluz Ricardo Rosales desde hace dos años.

"La marca es muy 'gore', como digo yo", dice Calvo. "Es muy joven, sí, pero tiene madera, talento y cuerpo para esto", rebaja el tono el técnico. Comparte los mejores registros con un nadador esloveno en esta especialidad y las vibraciones son las mejores teniendo en cuenta que tampoco se duda sobre su condición humana y su humildad en el trabajo, algo especialmente importante para que un deportista siga subiendo escalones.

CON DURAN Un dato avala la calidad del descomunal último logro de Castro: con esa marca se situaría, salvando las distancias, muy cerca de otro extremeño, el almendralejense Miguel Durán, que es el actual recordman de España de la distancia.

Este último, actualmente concentrado con la selección absoluta y consolidado ya en lo más alto, lo logró en el último campeonato de España, en Málaga, con un espléndido tiempo de 3.49.76. En realidad, la diferencia no es grande: apenas cinco segundos separan a uno y a otro.

Pero es en la que se podría considerar como la prueba estrella de Castro, los 1.500, donde se albergan las mayores esperanzas de futuro. El placentino es el mejor del mundo en esta distancia, y además con suma solvencia. En febrero hizo 15:28, y la mejor marca absoluta es de Marc Sánchez, el número uno español, en 15:10. ¿Río de Janeiro? "Yo creo que para los Juegos pedirán hacer sobre 15:11".

¿Puede hacerlo? Indudablemente sí. Aunque no lo expresa claramente, Calvo solamente parece dirimir si esto lo conseguirá finalmente antes o después de de la cita olímpica.

"Todo va a depender de este verano, a ver qué pasa". El entrenador no quiere que haya precipitación en esta promesa-realidad de la natación española y extremeña, capaz de dominar como solamente lo hacen talentos como él, y que ya desde el CN Plasencia, donde se forjó de niño de la mano de su hermano y, bajo la batuta de Castor Calle, se barruntaba qué podía ocurrir.

De momento, Castro sigue entrenando en el Centro de Tecnificación de la Ciudad Deportiva de Cáceres con el grupo de nadadores extremeños. Al mismo tiempo, estudia con éxito el cuarto curso de la ESO en el Instituto Al-Qazeres, muy cerca del centro. "Aquí son todos buenos estudiantes", incide Calvo.

EL SACRIFICIO El mismo tiene los pies en el suelo. "La natación es un deporte muy sacrificado, que requiere de muchas horas y estar muchas horas fuera de casa, por lo que acabas muy cansado y sin apenas ganas de moverte. Pero hay tiempo para todo y hay que saber encontrarlo siempre. Los sábados, aunque también entrenamos, si no hay competición suelo salir con los amigos o ver cine, aunque son pocos los fines de semana que tengo", reflexionó Castro en una entrevista con este diario publicada el 28 de noviembre de 2014.

Desde entonces han pasado más de seis meses. En ese tiempo ha seguido preparándose y ganando a sus rivales, y la prueba es que en marzo estuvo en el campeonato de España infantil en Cádiz, donde arrasó. Su balance fue sideral, propio de los grandes: tres medallas de oro y una de bronce, con varios récords de Extremadura y del campeonato, además del de 1.500 a nivel nacional.

Con todo este bagaje, al alcance de muy pocos, el deportista extremeño espera seguir una progresión que le lleve a las más altas cotas de la natación. ¿Hasta dónde? Esa es la gran pregunta que quienes le conocen se están formulando. ¿Estará en Río? En los próximos meses se podrá solventar la incógnita, pero en ningún caso supondrá un paso atrás no estar en la cita olímpica. Con 16 años, su espectacular biografía recomienda ser también cauto sobre su futuro.