La corona del Dakar ha vuelto a la cabeza de Marc Coma, un cerebral piloto de raids que hoy paseará, de nuevo, por Buenos Aires su poderío. Poderío que mantuvo en el 2006 y 2009 y que, tras un desafortunado 2010, cuando el francés Cyril Despres le arrebató el título, ha vuelto a exhibir, de principio a fin, en la prueba que cada año abre la temporada del mundo del motor. Coma, ayudado por un extraordinario equipo que le ha permitido exprimir al máximo la nueva KTM de 450cc, ha dominado el Dakar con enorme inteligencia, eficacia y, sobre todo, con la estrategia adecuada, apretando cuando debía y manteniéndose a rebufo del francés cuando este trataba de recuperar el tiempo perdido. El piloto español, de 34 años, compartirá hoy podio con el vencedor de la categoría de coches, el qatarí Nasser Al-Attiyah, líder esta vez del poderosísimo equipo alemán Volkswagen. La lucha con Carlos Sainz --que insinuó que este puede ser su último Dakar-- fue intensa hasta que la rotura de la caja de cambios del español le impidió seguir peleando por algo que él mismo dijo el viernes que era imposible.