El Cacereño lidera el grupo IV de Tercera, pero durante esta misma temporada ha podido dar con sus huesos en la Primera extremeña. El motivo ha sido el pago de unos derechos de formación al Náutico de Brasil por los servicios del jugador Allan Machado, quien con otros dos futbolistas de aquel país militaron en el CPC en la temporada 2015-2016, justamente la campaña de descenso.
Tras diferentes denuncias, al final solamente concretada en Machado, la FIFA había amenazado con sancionar al club extremeño, de tal manera que la primera medida eran tres puntos en la clasificación y la segunda el descenso automático a la Primera extremeña.
Álvaro López, el dueño de IQ Finanzas que en principio tendría que firmar la escritura de compra con Antonio Martínez Doblas la próxima semana, ha tenido que poner de su bolsillo la cantidad de 28.500 euros para afrontar el pago de esta cantidad, aseguran las fuentes consultadas por este periódico. Estos datos fueron contrastados ayer en la propia territorial extremeña, que confirmaron el caso, aunque sin querer entrar en concretar detalles.
El Cacereño habría abonado al Náutico dos plazos (el primero el 15 de diciembre y el último esta misma semana) de 11.250 euros cada uno más otros 6.000 a la FIFA.
El Cacereño, entonces dirigido por Antonio Martínez Doblas y asesorado en este tema concreto por Herminio Menéndez, con viaje incluido al país suramericano, puede haberse visto literalmente engañado por la agencia brasileña que colocó a los futbolistas Allan y su hermano Ailton Machado, futbolistas que jugaban en punta, y el defensa Gilson Junior. Apenas tuvieron protagonismo y ni siquiera terminaron la temporada ni uno solo de los tres.
Los tres llegaron con la promesa de la agencia al club de hacerse cargo de todos los gastos, incluidas las fichas, con 3005 euros cada una. El Cacereño solamente se tenía que hacer cargo del piso, pero la posterior denuncia de la FIFA primero al club de origen y después éste al club generó el problema. Con todo ello se generó una circunstancia que ahora parece haberse solucionado.
