AL IGUAL que ocurrió el jueves entre el Barcelona y Philadelphia, un equipo europeo volvió a vencer a uno de la NBA. En esta ocasión la diferencia fue muy amplia, ya que el equipo ruso venció al de Los Angeles por un contundente 94-75. El base griego Papaloukas fue decisivo en el despegue del CSKA en el segundo cuarto, tal y como ocurrió en el último Mundial en el partido entre su selección y la de Estados Unidos.