José María Pedrera es uno de los escasos baloncestistas extremeños que ha llegado a jugar con cierta continuidad en la Liga ACB, en la que debutó con el Barcelona. También ha mirado el abismo que hay cuando llega el momento de la retirada y hay que integrarse en la sociedad civil . Con 40 años recién cumplidos, vive en Mallorca, donde, desde luego, no se le caen los anillos por trabajar conduciendo el camión de una lavandería industrial.

Pedrera nació en Mérida, pasó buena parte de su infancia en Malpartida de Cáceres --de donde es originaria su familia-- y fue reclutado por el Barça siendo un adolescente al destacar con el Salesianos. En total jugó 54 partidos en la ACB entre los azulgranas, el Murcia y el Cáceres CB, adonde llegó en el momento más inadecuado. Fue en la temporada 97-98, coincidiendo con la destitución de uno de sus valedores, Manolo Flores. Solo tuvo tres partidos como verdinegro.

Aparte de ello, estuvo ganándose la vida en Portugal, en Burgos y, finalmente, en Baleares, en el Grupo Muro, donde se retiró en el 2007 con la rodilla hecha cisco. Su especialidad fue siempre el tiro de tres puntos.

En Inca decidió quedarse con su mujer, la exvoleibolista Olga Martín, que fue olímpica en Barcelona-92 y a la que conoció en Murcia y con la que tiene una niña, Lucía. Ella encontró trabajo como enfermera, pero a él le costó muchísimo encontrar ocupación. En una decisión de la que nunca se arrepentirá, se sacó el carnet de camión. Y lleva ya seis años con la lavandería, entre recuerdos de su época como profesional y Extremadura en el lejano horizonte. "Claro que estaríamos mejor por aquellas tierras", cuenta, con cierta nostalgia.

HERMANO POLITICO Chema Pedrera es, claro, el hermano del director general de Deportes, el también exjugador Antonio Pedrera, con el que se marchó a Barcelona hace 25 años para abrirse camino en el basket. El hermano pequeño avala su gestión. "Los extremeños tienen que estar muy tranquilos porque el deporte en Extremadura está en buenas manos. El hace todo lo que está a su alcance para ayudar a todos. Lo que pasa es que, supongo que como todo en la vida, hay prioridades. Aquí en Baleares el baloncesto ha desaparecido tanto de la ACB Menorca como de la LEB Mallorca ha salido en EBA. Si hoy en día con la crisis que hay los gobiernos estuvieran repartiendo millones para el deporte de élite, y no hubiera ayudas para esas familias que están pasando realmente mal, se me caería la cara de vergüenza".

En su opinión, "la élite hoy día se tiene que buscar la vida con las empresas privadas. La instituciones están para echar una mano a esos deportistas que están intentando abrirse un hueco en el deporte profesional".

"Toni es una persona seria, sensata y que no se deja amedrentar por nadie, y que tiene las ideas muy claras para todo en esta vida. Buscará lo mejor dentro de las posibilidades para el deporte extremeño", apostilla.