Bromas, ninguna. Buen rollito, el justo. Los cuatro aspirantes al título van por libre. Aquí no hay amigos. Han tomado caminos muy distintos que solo se cruzan en la pista, y en ocasiones, a golpes, como en la primera curva de Montmeló que decidió el orden del podio en el Gran Premio de España. Fernando Alonso y Felipe Massa llegaron emparejados al primer viraje, se tocaron, y el español se llevó la peor parte: acabó por la grava donde dañó el fondo plano de su McLaren y fue adelantado por Lewis Hamilton y Kimi Raikkonen.

El vencedor de los ultimos seis años en Montmeló ha sido el dueño de la pole. Pero Fernando Alonso no se resignó a esa suerte arrancando tras Felipe Massa, no ante 140.700 fans, no en su casa. Con coches similares y con estrategias muy semejantes, su única posibilidad de vencer era adelantar al piloto brasileño. Y a por él se fue cuando se apagaron los semáforos.

EN TERCERA A 170 KMS/H. No suelen verse adelantamientos al final de recta. Es un viraje que no requiere una frenada extrema y que se toma en tercera velocidad. Los McLaren arrancaron mejor que los Ferrari. Hamilton ganó el interior del final de recta a Raikkonen y lo sobrepasó en una maniobra limpia. Alonso no tuvo tanta suerte. Felipe Massa, al que se crucificó tras su deficiente arrancada en el GP de Malasia tapó bien la derecha de la recta. Alonso no tenía más remedio que adelantar por el exterior. Y por ahí lo intentó. Cuando llegó al final de recta el morro de su McLaren asomaba casi un metro por delante del Ferrari. Tenía ganado el adelantamiento porque Massa no tenía hueco para pasar.

Pero el brasileño también sabía que la victoria se escondía tras el desenlace de esa curva. Y algo más, era cuestión de orgullo. Antes fuera de la pista que adelantado otra vez. Así que no evitó el contacto. Y lo hizo con más fuerza, abandonando la trazada para irse hacia fuera contra el McLaren ¿Sancionable No ¿sucio Quizá sí. Pero las carreras son así. Golpeado por el Ferrari, el McLaren número 1 acabó en la grava del interior de la segunda curva, donde se dañó el fondo plano y Alonso se vio superado por Hamilton y Raikkonen, después de que ambos esquivaran el regreso a pista del asturiano de forma casi milagrosa.

La estrategia era ya la única posibilidad de que Alonso pudiera ganar alguna posición, quizá una, y subir al podio, pero su MP4/22 ya no era el mismo. Con parte del fondo plano roto, el comportamiento se tornó más nervioso, más inestable... más lento. Aun así comenzó a marcar tiempos casi iguales a Hamilton y Raikkonen. No hizo falta esperar a la parada en boxes para que el asturiano hallara el premio del podio porque, en la novena vuelta, Raikkonen abandonó con un tirante de suspensión roto y el alternador estropeado.

Alonso jugó a la contra con las gomas. Como sus rivales, había elegido la serie blando-blando-duro pero con la misma estrategia jamás podría rebasar a Hamilton que, además, se detuvo cuatro vueltas después a repostar, un periodo que le sirvió para volver a pista con cuatro segundos más de ventaja. Y ya eran ocho. Podría ser que, de repente, el neumático duro fuera mejor que el blando

Pasa a la página siguiente