GUIJUELO - 0: Kike Royo; Ramiro, Angel Sánchez, Jonathan, Aitor Aspas; Javi Rey, Palazuelos; Piojo (De la Nava, min. 77), Luque (Ramos, min. 84), Néstor; Nacho Rodríguez (Romero, 67).

CACEREÑO - 0: Montiel; Ale, Gonzalo, Mejías, Toni; Leo Ramírez (Palero, min. 81), David Cuerva; Aarón, Amaro (Martins, minuto 75), Alvaro Ocaña; Carlos Valverde.

ARBITRO: Lopez Parra, colegio cántabro. Amarilla a Ramiro, Javi Rey; Aarón, Valverde, Leo Ramírez y Montiel.

INCIDENCIAS: Alrededor de un centenar de seguidores del Cacereño en las gradas.

El CP Cacereño salió ayer vivo de su complicada visita al Municipal de Guijuelo (0-0) y fue capaz de rescatar un valioso punto que le mantiene fuera de los puestos de descenso. Los extremeños realizaron una buena primera mitad en la que pudieron obtener un botín mayor si no hubiera sido por la falta de puntería, mientras que en la segunda parte se mostraron mucho más apagados y sufrieron más de lo debido para terminar sumando el punto a su casillero.

Si alguno tenía el cartel de favorito en este encuentro era el Guijuelo y lo cierto es que los salmantinos quisieron dejar claro desde el primer momento que su objetivo no era otro que el de conseguir la victoria.

Por eso, el Cacereño recibió un serio toque de atención en la primera acción del encuentro ya que una buena jugada trenzada entre Gordillo y Nacho terminó con un remate de Luque después de un buen movimiento que se marchó por encima de la portería que ayer defendía Montiel.

El arranque de los guijuelenses fue arrollador y el Cacereño se vio en la tesitura de tener que aguantar unos compases iniciales de partido en los que estuvo contra las cuerdas y se defendió como gato panza arriba. El Guijuelo llegaba con claridad por la derecha. En una de estas acciones por el costado Piojo no llegó a rematar por muy poco, pero entonces a los salmantinos se le apagaron los plomos.

Los visitantes ya habían pasado lo peor y se veían ahora, en torno al cuarto de hora, en la tesitura de demostrar que no son una víctima fácil para nadie y por eso los extremeños despertaron y empezaron a atesorar que también sabían jugar. Amaro le creó muchos problemas a la defensa local y él fue, de hecho, el protagonista del primer acercamiento del Cacereño en una jugada finalizada por la banda derecha que no terminó en gol porque el guardameta local Kike Royo realizó una espectacular intervención que evitó el tanto.

A partir de ese momento el encuentro se equilibró, e incluso se puede decir que si la balanza podía caer del lado de alguien sería a favor del conjunto visitante. No es fácil robarle el balón a un Guijuelo que está acostumbrado a jugar en torno a la posesión del esférico, pero el Cacereño lo consiguió por momentos y eso desconcertó a los salmantinos, que se vieron algo desprotegidos. Aarón puso el siguiente 'uy' para los extremeños, mientras que después fue Valverde el que ejecutó una falta pero su lanzamiento se fue desviado.

SEGUNDA PARTE El Cacereño estaba muy vivo para la segunda parte y lo mejor era que había conseguido desconectar el ataque del Guijuelo, ese ataque que en el inicio parecía imparable.

Pero en la segunda mitad se marcharon las buenas sensaciones que los extremeños habían dejado sobre el terreno de juego en los primeros 45 minutos. El Guijuelo quería llevarse la victoria para seguir afianzándose en los puestos de playoff de ascenso y por eso le puso un par de marchas más al ritmo de juego.

Apenas tardó tres minutos en pisar el área visitante con gran peligro aunque fue Montiel el que apareció para evitar que Luque pudiera hacer el 1-0.

Fueron, los primeros tras la reanudación, los mejores minutos del Guijuelo. Ahí el Cacereño sufrió, pero una vez más supo reponerse. Nacho Rodríguez no acertó a rematar de manera correcta en la mejor ocasión del partido después de una buena jugada de Gordillo, el más brillante, y poco después fue Aspas el que lo intentó sin suerte tras otra gran acción de Gordillo.

El Cacereño prácticamente renunció al ataque en este segundo acto porque apenas dio noticias de vida más allá de la mitad de su propio campo. Kike Royo se convirtió en un espectador.