Aparcó su coche, salió de él y se subió encima, gritando y agitando los brazos. Michael Schumacher le ha robado a Fernando Alonso incluso la forma de celebrar las victorias. Esta vez encontró la felicitación del asturiano, que le estrechó la mano por primera vez desde el asunto de Mónaco. Fue antes de la ceremonia del podio, en la que los ademanes exultantes del alemán chocaron con los gestos de funeral de los dos pilotos de Renault. El ambiente en la escudería francesa se ha . "¿Caras tristes en el equipo? Bueno, en algunos. Otros están contentos porque adelantamos a Ferrari en el campeonato de constructores, y así no me llevo el número 1 a ningún otro equipo", lanzó Alonso como un puñal.

No es la primera vez que el ovetense se queja de falta de apoyo de su equipo pero ahora, que se está jugando el título a dos carreras, cobra más importancia. "No tengo mucha ayuda. Parece que están más interesados en el campeonato de constructores que en el de pilotos", insistió, reabriendo un debate que dura décadas. Ni siquiera hizo leña con los 11 segundos que perdió en el segundo repostaje. "Sabemos que la tuerca se ha caído de la pistola a presión, pero todavía no sabemos la razón", reveló Pat Symonds, el jefe de ingeniería de Renault, que asumió el fracaso: "No vamos a buscar excusas. Esta es una carrera que deberíamos de haber ganado porque Renault y sus neumáticos Michelin han sido superiores en todas las condiciones".¿Dónde se esfumó la victoria Alonso cree que cuando su compañero Giancarlo Fisichella le superó y abrió la puerta a Schumacher cuando el asturiano necesitaba algún giro más para solucionar la falta de temperatura de sus gomas: "Me adelantó y se fueron los dos a más de 10 segundos. Y ese sí fue un tiempo que, al final, resultó decisivo". No pensaba Alonso entregar el triunfo en China y tampoco pensaba Michael Schumacher heredarlo:

"Me adelantó y se fueron los dos a más de 10 segundos. Y ese sí fue un tiempo que, al final, resultó decisivo". "Desde la salida me ha sorprendido que pudiera seguir el ritmo de los primeros. Después me he podido acercar a Fisichella y en ese momento pensé que si no lograba adelantar a Fernando, solo perdería dos puntos, y antes de la carrera habría dicho que era un resultado perfecto".Un alemán calculadorPero el alemán encontró más premio. Fue el único que pilotó sin el más mínimo error y calculó cada paso:

"El momento decisivo ha sido el paso de las ruedas de lluvia a seco, ya que sabía que si Fisichella salía delante mío del repostaje, tendría problemas con la temperatura de los neumáticos y yo podría adelantarlo en las primeras curvas, como así sucedió".